"Debemos de trabajar para que no vuelva a pasar lo de este año"

El joven centrocampista repasó sus inicios en el fútbol formativo y su meteórica, a la par que necesaria, irrupción en el primer equipo para acabar siendo clave para la permanencia

Javi Guerra creció como futbolista sobre el césped del José Claramunt, para después aterrizar en el Valencia

Javi Guerra creció como futbolista sobre el césped del José Claramunt, para después aterrizar en el Valencia / Francisco Calabuig

Manel J. Ghelli

Manel J. Ghelli

Forjado en las categorías inferiores del UD Puzol, Javi Guerra creció tanto física como deportivamente sobre un césped que tiene como nombre a una de las figuras más importantes del valencianismo. El Estadi José Claramunt de Puçol al que guarda «mucho aprecio». Un terreno de juego modesto, que le ha visto dar sus primeros pasos, y marcar sus primeros goles. «Desde los 16 años hasta ahora, de todos los chavales que he visto, cuando veía a Javi tenía claro que si este no llegaba, no iba a llegar nadie», comenta Josep Bosch, el que fuese su entrenador en el equipo de L’Horta Nord para VCF Media. «Era muy evidente que iba a llegar, depende de él todo lo que sea proguresar porque oportunidades va a tener. Si sigue así el techo lo va a tener muy alto», reconoció el preparador. 

«Cuando pasas a fútbol 11, ves que vas progresando y te encuentras con posibilidades, te puedes llegar a pensar que puedes llegar al fútbol profesional». Palabras de un futbolista que ha pasado por todas las categorías del fútbol más humilde, para acabar debutando con todo un Valencia en Primera, dando el salto de Segunda Federación a lo más alto.

Como el propio Guerra comentaba en los medios oficiales del club, comenzó jugando de delantero, pero con el paso del tiempo y al cambiar a fútbol 11, pronto le colocaron en el centro del campo para seguir demostrando las condiciones que le han llevado hatsa donde está ahora. «No he hecho nada aun. Tengo que seguir haciendo lo que me ha llevado hasta aquí y poco a poco ir mejorando e ir consiguiendo objetivos», apuntilló el joven centrocampista. 

«Me encuentro cómodo en cualquier posición del centro del campo, creo que soy un jugador que me puedo adaptar bien». Y vaya si lo ha hecho. Desde su irrupción en el primer equipo se ha hecho con un puesto fijo en el centro del campo de Baraja, quedando ya inamovible hasta el final de Liga. Todo ello avalado por el tremendo gol ante el Valladolid, que quedará para siempre en la retina de los valencianistas que esa tarde vibraron con su tanto salvador. 

«Después de ese gol me fui a cenar con mis amigos. No me daba cuenta en ese momento de la importancia del gol y de la victoria. Con el paso del tiempo es cuando te das cuenta. Todavía no me lo termino de creer», reconoció el joven centrocampista de Gilet.

Un tanto memorable que puso su granito de arena para tratar de conseguir el objetivo del ascenso y, en ese momento, dar vida a un equipo que parecía muerto. Al igual que su gol, el de Alberto Marí jornadas más tarde ante el Celta en los últimos minutos y el de Diego López ante el Madrid en Mestalla, para repetir ante el Espanyol y acercar más que nunca el premio de la permanencia. Una irrupción motivada por Rubén Baraja que «antes de los partidos nos daba consejos y nos transmitía tranquilidad», comentó Javi Guerra. 

Javi Guerra durante el acto de inauguración de la academia World cup

Javi Guerra durante el acto de inauguración de la academia World cup / Francisco Calabuig

«Todo el mundo sabe de la situación que ha pasado el Valencia este año y nadie quiere que vuelva a pasar», reconocía el valenciano. «Tomamos esta última temporada como ejemplo de algo que no queremos que pase y debemos de trabajar todos para que no vuelva a pasar. El Valencia debe estar donde merece», apuntilló para los medios del club. 

El nuevo ídolo de los jóvenes murciélagos es consciente de dónde está y, sobre todo, está agradecido a la afición. «Cuando viene un niño y te pide una foto o un autógrafo te sientes contento por lo que has conseguido. Puede que le alegres todo el día a un niño solo por hacerte una foto con él o firmarle una camiseta», comentó agradecido. 

Por último, agradeció a su familia por el apoyo que siempre han tenido con él. «Mi abuelo siempre ha viajado conmigo, es una de las personas más importantes de mi vida. Siempre he tenido su apoyo».