Baraja hace magia con lo que tiene

En las últimas semanas, con un calendario exigente y bajas muy importantes, el Valencia ha sumado puntos que le permiten pasar unas navidades tranquilas

José Luis Gayà estará de vuelta ante el Villarreal

José Luis Gayà estará de vuelta ante el Villarreal / JM. LÓPEZ

Rafa Jarque

Rafa Jarque

El Valencia cerrará el año 2023 en una situación considerablemente más tranquila a la del curso anterior. Con más puntos en el casillero (23) y más alejado de los temidos puestos de descenso. Y es que la victoria en Vallecas del pasado martes tuvo un valor añadido más allá de los tres puntos. En primer lugar porque sirvió para dejar atrás una racha de partidos sin ganar que empezaba a alargarse demasiado. Y en segundo lugar porque fue la confirmación de que este Valencia, pese a sus limitaciones, compite en cualquier escenario y ante cualquier rival aunque la plantilla esté afectada por bajas. Ese factor es gracias, principalmente, a Rubén Baraja, cuya capacidad de motivación a sus futbolistas es una de sus mejores virtudes.

Las últimas semanas de competición han sido una prueba más que válida. Con José Luis Gayà y Javi Guerra, dos de los pilares del equipo, fuera por lesión y sanción respectivamente, el Valencia no le perdió la cara a ningún partido. Ni en Mestalla ante el Barça ni frente al Rayo Vallecano en tierras madrileñas. El sacrificio y el trabajo tuvo su recompensa en forma de empate y victoria. Cuatro puntos de seis posible que hacen que los jugadores, el cuerpo técnico y los valencianistas puedan disfrutar del parón navideño con relativa tranquilidad. Y es que tras los últimos partidos de la jornada, el equipo de Baraja ya sabe que iniciará 2024 10 puntos por encima del descenso. 

Salvo giro inesperado, tanto Gayà como Javi Guerra estarán de vuelta para medirse con el Villarreal en el derbi de año nuevo (dos de enero). El de Gilet ya ha cumplido la sanción que le impusieron tras ver tarjeta roja en el Coliseum y el de Pedreguer, por su parte, apunta a que estará ya recuperado de las molestias que le han hecho perderse los últimos compromisos.

Experimentos con éxito

Las lesiones han sido una plaga con la que Baraja ha tenido que convivir desde el inicio de esta temporada. Uno de los más afectados ha sido y sigue siendo André Almeida. El portugués, pieza clave en el centro del campo, forma parte de la enfermería desde la jornada nueve cuando unas molestias en la espalda le obligaron a parar. Desde entonces la lesión se ha ido complicando y todavía no tiene fecha de regreso, aunque el Pipo reveló hace pocos días que está mejorando. Suplir su baja no era tarea sencilla, y menos con una plantilla tan corta como la de este Valencia, pero Baraja ha conseguido dar con la tecla en casi cada partido y, con recompensa final o no, el equipo siempre ha competido. 

Diakhaby fue otro futbolista que se perdió una importante cantidad de partidos. Al rescate acudió Cristhian Mosquera, que ya estaba firmando grandes partidos antes, pero dio un paso al frente de liderazgo con la lesión de su compañero. Avalado por la confianza ciega de Baraja, el canterano ya es una realidad mientras no deja de crecer. 

Son todo casos que confirman la capacidad de Baraja de sacar el máximo partido posible a una plantilla que debería estar mejor construida. Sin excusas, el vallisoletano ‘mima’ a sus jugadores y les mantiene al cien por cien tanto físico como de motivación para que den la talla cuando tienen la oportunidad de jugar.