Agravio comparativo con el Valencia en Montjuïc

Las polémicas de VAR no cesan en LaLiga. Semana tras semana hay jugadas polémicas, muchas veces carentes de explicación y, curiosamente, que se revelen las conversaciones de las revisiones no ha hecho que los enfados cesen. Es más, la filtración de los audios de las conversaciones de la sala VAR con los árbitros de campo han encendido todavía más la mecha.

Con todo ello, en Montjuïc se ha vuelto a vivir una situación surrealista en el VAR, o por lo menos de disparidad de criterios que tanto caracteriza al fútbol español. Con el 3-3 en el marcador, y el Barça volcado en ataque en busca de evitar un nuevo varapalo, y el Villarreal esperando paciente sus opciones, llegó la jugada polémica del partido, y que no entenderá el valencianismo.

Un centro de Koundé dirección al corazón del área impactó en el brazo de Comesaña, en proceso de esconder el brazo. El árbitro señaló sin dudar el punto de penalti, ante la perplejidad de los jugadores groguets. En la repetición se apreció que el cuero impacta cerca del codo del jugador amarillo. En la repetición se aprecia como el brazo está pegado al cuerpo, aunque el jugador se esté girando y sobresalga esa parte del cuerpo. Una situación similar a la de Pepelu en el Nuvo Mirandilla, en la que el VAR sí llamó al árbitro para señalar pena máxima. Sin embargo, en esta ocasión sucedió el camino inverso.

El colegiado del VAR avisó a Munuera Montero, que se marchó al videomarcador y tras la revisión decidió anular el penalti. Lo que parecí lógico, y no sucedió en Cádiz en contra del Valencia.