Hasta que Mamardashvili no pudo más (1-0)

Jorge Cuenca, gracias a un cabezazo en la segunda jugada de un córner, decidió un derbi tenso, nervioso y que a punto estuvo de salvar el guardameta del Valencia con otra exhibición

El Submarino anotó el 1-0 a balón parado

El Submarino anotó el 1-0 a balón parado / JM López

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Un derbi autonómico siempre es un partido especial. Y más todavía en un contexto como el actual en el que ambos equipos están apurando todas sus opciones de jugar Europa la temporada que viene. En un partido de ida y vuelta, el Villarreal tuvo más frescura en ataque y el Valencia, que también tuvo las suyas, no ofreció la solidez defensiva y resistió todo lo que Mamardashvili pudo. En una acción a balón parado mal defendida se llevó el gato al agua el Submarino, que quiere soñar con ser séptimo.

Nadie quiere perder un partido así. Y menos aún con cartas europeas sobre la mesa de juego. Se notó en los primeros minutos en los que amarillos y blanquinegros, esta vez de azul y naranja eléctrico, tantearon el terreno con posesiones largas que detonaban respeto a la hora de arriesgar. Solo los errores de colocación generaban huecos, y en ese escenario se mostró primero el Villarreal.

Sorloth fue el primero en avisar, pero Cenk, rápido al corte, desbarató incluso la opción de remate con el ‘vikingo’ en posición favorable. El cronómetro corría y el guion no cambiaba. Dos pérdidas ahí donde no hay que cometerlas provocaron dos galopadas peligrosas de Guedes que terminaron en agua de borrajas por malas decisiones individuales, de Traeré en la primera y del propio Guedes en la segunda. 

Encontró su ritmo el Villarreal, que asediaba por momentos la portería de Mamardashvili. El georgiano, sin embargo, sigue negado a quitarse el traje de héroe con el que lleva jugando toda la temporada. Trascendental en una triple ocasión amarilla, Giorgi evitó el gol primero de Mandi, luego de Baena e inmediatamente después de Traeré. El georgiano, más gigante que nunca. Fue inteligente el Valencia, consciente de que atravesaba su peor momento, y amasó de más el balón para poner remedio a las ocasiones locales.

Pepelu se incrustó entre centrales y el Valencia apagó el primer fuego. Y no solo detuvo el peligro de los de Marcelino, sino que le sirvió para avanzar filas y empezar a inquietar a Jorgenssen. Primero fue Hugo Duro, que tras un pase filtrado de Canós que le dejó mano a mano con el guardameta amarillo, quiso emular su gol ante el Getafe, pero la vaselina se le marchó alta cuando el reloj marcaba el minuto 20. Siete minutos más tarde la tuvo Sergi Canós. Gayà, tras un exquisito control en carrera, ganó línea de fondo y sirvió el pase atrás, pero el remate del de Nules salió manso. 

Caos en la parte final de la primera mitad

Cuando más tranquilo estaba el valencia, una de esas rápidas jugadas del Submarino con las que avisaba en los primeros minutos volvió a ponerlo todo patas arriba. Traoré ganó en carrera a Cenk y Gayà y cuando pisó área un mínimo toque en su pierna derecha fue suficiente para caer al suelo y que Figueroa Vázquez pidiera penalti. En la misma jugada, el capitán valencianista se lesionó y tuvo que pedir el cambio. Todo en contra para el Valencia en apenas un suspiro y el penalti todavía por lanzar.

Se preparan Álex Baena, pateó con pierna derecha y… Giorgi Mamardashvili. Si Meriton quiere que sea su próxima gran venta, el georgiano está aumentando su valor semana tras semana. Paradón de los que ya apenas se ven. No solo adivinó el lado, su estirada le sirvió para incluso blocar el balón evitando cualquier opción a segunda jugada. Qué porterazo. Tras varios minutos frenéticos, las pulsaciones bajaron ligeramente y el colegiado mandó jugadores a vestuarios. 

Todo el respeto, o miedo, que sobró en los primeros minutos del partido fue el que escaseó al comienzo de la segunda mitad. Ningún equipo se conformaba con el empate a cero y pronto lo hicieron notar. Primero el Valencia, que avisó con dos buenos disparos lejanos de Javi Guerra y Peter Federico, que saltó el verde tras el descanso. No se amedrentó el Villarreal y también tuvo la suya, pero Mamardashvili volvió a aparecer para evitar el gol de Comesaña. Todo eso en cuestión de ocho minutos.

Brillante de nuevo el portero del Valencia, pero él solo no puede sostener a un Valencia que, ante el Villarreal, concedió demasiado atrás. Hasta que, en el minuto 54, los de Marcelino encontraron el camino correcto. Fue en un córner fatal defendido por los de Baraja. Sorloth remató en primera instancia y paró Giorgi, pero la defensa no reaccionó y Cuenca, que ganó la segunda jugada, cabeceó al fondo de las mallas. 1-0.

Arreón final

Con más ímpetu que ideas, el Valencia no arrojó la toalla manteniéndose fieles a su modus operandi de toda la temporada. El Villarreal, que cada vez encontraba más espacios, seguía generando peligro a la contra, pero ni unos estaban precisos en un área, ni los otros en la contraria. El partido moría y los tres puntos se los quedó el Villarreal, que ya suma 38 y se mete, por qué no, en la lucha por Europa, al menos por la séptima plaza si es que termina dando acceso a Conference. El Valencia, con 40 y un partido menos, sigue en la pelea, aunque ahora el puerto ha ganado unos cuantos grados de pendiente.