CRÓNICA

La luz de Almeida saca al Valencia de la oscuridad en Granada

El luso marca el gol de la victoria tras salir desde el banquillo para mejorar a un Valencia CF que jugó una primera parte horrible, pero al que sostienen Mamardashvili y Mosquera

Almeida celebra un gol con el Valencia

Almeida celebra un gol con el Valencia / LaLiga

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

André Almeida rescató al Valencia en Granada entre la espesura del partido que el trágico incendio en Campanar había obligado a aplazar a finales de febrero. Rubén Baraja eligió al portugués para sacar al equipo del encefalograma plano que estaba siendo su juego, y la apuesta funcionó. Almeida mejoró la imagen colectiva, hizo que el fútbol fluyese más que en una primera parte sin ocasiones y anotó el gol que permite a los de valencianistas auparse a la séptima plaza con 44 puntos, dos más que en toda la pasada temporada. Si el sábado el Athletic es el campeón de Copa, el Valencia ocupará plaza de previa de Conference. 

A la media hora, Baraja y Jaume Domènech alzaron juntos la voz desde la zona técnica, reclamando más esfuerzo. Un indicativo de que el equipo no había comparecido todavía en Los Cármenes después de buena parte del primer acto a merced del Granada, rival prácticamente desahuciado hacia la Segunda División. Los gritos, sin embargo, no surtieron efecto y los del ‘Pipo’ continuaron sin reacción hasta que el colegiado, Alejandro Hernández Hernández, señaló el descanso.

Como casi siempre, y no es un buen signo, el portero volvió a ser el mejor entre los aspirantes a la séptima plaza. Giorgi Mamardashvili detuvo el primer aviso del albanés Myrto Uzuni, máximo artillero de los nazaríes con nueve dianas. Los rojiblancos se adueñaron de la pelota y encerraron al Valencia en su media mitad. En la siguiente amenaza fue el larguero el que salvó el gol porque Mamardashvili nada podría haber hecho contra el obús lejano del zurdo Gerard Gumbau

Sin proyección en ninguna de las bandas ni juego combinativo en la medular, el Granada siguió creciendo y llegando con claridad ante un Valencia incapaz de enlazar un puñado de pases, y que añoró la calma de Hugo Guillamón. En los minutos 23 y 26, acariciaron el gol. Primero, Uzuni, que disparó desviado por centímetros. Y, después, Pellistri, que llevaba loco a Foulquier. Las manos de Giorgi solventaron de nuevo el problema.

En la segunda mitad, el duelo continuó por la misma senda de aburrimiento hasta que Baraja movió el árbol. Jesús Vázquez y André Almeida entraron por Sergi Canós y Foulquier, que tenían desaprovechado el lado izquierdo. Y los frutos cayeron. También Javi Guerra mejoró sus prestaciones y una de sus apariciones derivó en un cabezazo que fue a parar a las manos de Batalla, pero que sirvió para que los de Sandoval sintieran el miedo. El Valencia estaba presente. 

Frente a un Granada que encadenaba diez jornadas sin ganar y encajando goles -ya son 11-, los visitantes debían dar un paso más. Y terminaron dándolo al son de Almeida. La primera combinación con cierto sentido, nacida en la cabeza del ‘10’, estuvo a punto de ser el 0-1. Jesús Vázquez mandó a las nubes el rechace del portero.

La balanza cambió de fuerzas y una acción genial de Almeida, a los 77 minutos, dio al Valencia la necesaria victoria, más aún, después del empate con el Mallorca. El luso recogió el balón con el pecho y, dentro del área, encontró la con el exterior. Golazo. Tres puntos. El Granada, hundido, no generó peligro en un final en el que Mamardashvili y Mosquera reinaron en el Nuevo Los Cármenes.