Enzo Pérez podría perderse también el partido del sábado contra la Real Sociedad en Anoeta. El centrocampista argentino comenzó a ausentarse del trabajo con el grupo en el entrenamiento previo al encuentro contra el Leganés en la Copa del Rey Leganés Copa del Rey y desde entonces permanece al margen, poniéndose a punto junto a un recuperador que supervisa sus progresos después de sufrir una lesión muscular de la que el club no revela la afectación ni tampoco el origen, si bien SUPER ha podido contrastar que se trata de un percance en el isquiotibial, precisamente uno de los músculos que más castigaron al futbolista de Maipú durante la temporada pasada, cuando encadenó una sucesión de lesiones que mermó su aportación en el terreno de juego. La previsión inicial era que volviese a trabajar con el grupo en la mañana del lunes junto a los suplentes del partido ante el Málaga pero en lugar de salir al césped se quedó ejercitándose en el interior de las instalaciones.

En el club no lo descartan todavía para el partido en Anoeta porque quedan cuatro entrenamientos por delante, un periodo suficiente como para que el jugador se recupere de su lesión y pueda entrar en la lista, pero los técnicos son pesimistas y ya se hacen a la idea de que no estará en condiciones de hacerlo. Y es que Prandelli ha demostrado a lo largo de los últimos dos meses que no arriesga con el estado físico de los futbolistas. No lo hizo con Nani ni tampoco con Mangala, Siqueira o más recientemente con Gayà. Aunque el futbolista ponga todo de su parte para llegar a tiempo para jugar, si no está en su plenitud física no participa. Así es el código Prandelli con los futbolistas que van saliendo de la enfermería.

El italiano no corre riesgos

Y es que el italiano, como ha reconocido en algunas de sus comparecencias de prensa, considera que tiene una «plantilla corta de efectivos» y no está para ir sumando lesionados. Menos todavía si se trata del argentino, un futbolista al que, por encima de su papel de capitán, considera referencial en sus esquemas. Un hombre que tiene la «personalidad» para jugar en momentos de máxima tensión, como por ejemplo la segunda parte del partido ante el Málaga, donde el equipo acabó hundiéndose por falta de consistencia. El Valencia reculó hasta colgarse del larguero en un ejercicio fallido de resistencia impulsado desde la necesidad y el miedo a fracasar. Si no participa en el partido contra la Real, Enzo podría no volver a jugar hasta el 2017, cuando se jugará la siguiente jornada de Liga y es que después de la Real solo quedaría por disputar la vuelta de Copa ante el Leganés, un trámite.