Nombres como los de João Cancelo, Kevin Gameiro o Simone Zaza acaparan la primera plana, mientras el Valencia CF continúa su trabajo diario sin descuidar ninguna de las posiciones que el entrenador, Marcelino García Toral, dejó claro que había que reforzar. Una de ellas es el lateral derecho. Durante buena parte de la segunda vuelta de la Liga el técnico asturiano apostó por cerrar el carril diestro de la zaga lejos de Mestalla con un tercer central. Bien Gabriel Paulista, bien Rúben Vezo. En casa Martín Montoya seguía formando parte del once, pero el obrar de Marcelino ponía de manifiesto una preocupación. La necesidad de mejorar defensivamente y en el juego aéreo por el lado diestro de la zaga. El Valencia, incluso, llegó a plantearse la necesidad de fichar dos laterales. Hoy, sin embargo, la prioridad es un es carrilero que cubra a base de fuerza, potencia y altura el agujero defensivo.

Un lateral derecho, fuerte y a poder ser de altura es lo que está buscando el Valencia en el mercado para fortalecer su defensa y compensarla, ya que en el costado izquierdo los dos laterales ­­­-José Gayày Toni Lato- no superan los 175 centímetros. Además, en el juego por los aires la defensa sufrió más de lo esperado a principio de curso. Y en la versión ofensiva ningún zaguero blanquinegro hizo daño en jugadas de estrategia. Únicamente un defensa, Nacho Vidal, pudo anotar un tanto después de 38 jornadas de Liga. En la lista confeccionada por Pablo Longoria y la secretaría técnica sobresalen laterales de ese perfil, potentes en lo físico, con corpulencia, buenos defensores y, asimismo, con calidad y capacidad para desplegarse en ataque. Cristiano Piccini (Sporting Portugal), Matteo Darmian (Manchester United) o Thomas Meunier (PSG)... este último tan rocoso como peligroso en ataque debido a que jugaba como centrocampista de banda en el Brujas hasta que Juan Carlos Garrido lo reconvirtió en lateral.

Darmian, lateral potente de 1,84 m., concluye contrato con el Manchester en 2019. El italiano lleva meses en la órbita del Valencia, aunque sus acercamientos a la Juventus hicieron de él una opción muy complicada. En Italia aún se indica que el inminente fichaje de Cancelo por la Juve no excluye la vía de Darmian -por el que el United pedía 15-20 millones- y reforzar la parte derecha de su defensa con ambos. Pero la misma Juve no tiene tan claro hacer una inversión tan elevada por dos laterales derechos. En cuanto a Piccini, otro italiano de 1,89 m., al que el Sporting fichó del Betis, es una de las alternativas que mejor encajan en el perfil que busca el Valencia. Incluso, añade el factor de la polivalencia por su habilidad para jugar en una posición más avanzada siempre guardado el orden táctico. Piccini, de 25 años y con contrato en Portugal hasta 2022, reúne experiencia en la liga española y en la Champions, competición que ha jugado con el equipo lisboeta. Los de Mestalla se han movido por Piccini, si bien de momento es una posibilidad compleja en lo económico, pues se ha revalorizado esta temporada.

Meunier, por encima del 1,90, es el más ofensivo de los tres, pero su envergadura hace de él un seguro en el juego aéreo. Todos estos nombres, como el del central del Schalke 04 Thilo Kehrer -capaz de adaptarse con velocidad, elasticidad y potencia al lateral-, marcan la idea del entrenador de blindar al equipo de mediocampo hacia atrás con músculo para una temporada que se hará más complicada con la Champions League de por medio. Marcelino no olvida una historia del pasado que le marcó como aprendizaje. Las semifinales de la Europa League en las que el Liverpool de Jurgen Klopp se impuso por fuerza y físico a su Villarreal en la campaña 2015/16.

Precisamente, Mouctar Diakhaby, central del Lyon que desea el Valencia, sobresale por sus cualidades físicas, juego aéreo y potencia en los cortes. Los movimientos de Longoria prueban que el director del Área Técnica trabaja para cumplir con los deseos de Marcelino: Un VCF que sea una roca en defensa.