El Atlético de Madrid ha puesto a José Luis Gayà en su punto de mira. El Cholo Simeone sueña con fichar al valencianista para reforzar el lateral izquierdo, una posición que busca apuntalar de cara al próximo curso. El pasado verano ya tuvieron serias dificultades para retener a Filipe Luis, que forzó la máquina para ir al Paris Saint Germain en la recta final del mercado, y el fichaje de Jonny -está jugando como carrilero izquierdo en la defensa de cinco del Wolverhampton de Nuno pese a ser diestro, como ocurría en el Celta- no es suficiente a ojos de los responsables de la parcela deportiva del club rojiblanco ante una más que posible salida del brasileño, que cumplirá 34 años en el mes de agosto.

Incorporar un futbolista de primera magnitud en el lateral izquierdo ha sido una cuestión latente durante el último año y medio -el club rojiblanco tiene informes de muchos jugadores interesantes en esa posición- pero ha pasado a ser una necesidad prioritaria y según ha podido saber SUPER a día de hoy son dos los objetivos que han marcado para el próximo verano: José Luis Gayà y Nicolás Tagliafico, argentino del Ajax Amsterdam, que llegó a la Eredivisie hace aproximadamente un año a cambio de unos cinco millones y medio procedente de Independiente.

El Atleti sigue muy de cerca cada paso que da el valencianista. No se ha producido ningún contacto con el jugador por parte de los rojiblancos pero su rendimiento cautiva a Simeone, que ha visto cómo a las órdenes de Marcelino ha recuperado su consistencia -las lesiones son parte del pasado-, ha repuntado su nivel hasta alcanzar cotas que no había alcanzado ni siquiera en su irrupción a las órdenes de Nuno y ha dado rienda suelta a la que lleva dentro, siendo considerado como un nuevo líder para compañeros, técnicos y aparato ejecutivo de la entidad. El asturiano lo ha propulsado a base de seguridad y confianza y su respuesta ha sido rotunda.

La combinación de rendimiento, intensidad y garra hacen que Gayà aparezca en su radar como una alternativa más que interesante. Y es que el impacto de Marcelino en el de Pedreguer ha sido crucial: a día de hoy es un futbolista más completo y eficaz -tanto en defensa como en la faceta ofensiva- de lo que era antes de su llegada. Se ha destapado como macho alfa y esta temporada, en un momento en el que el Valencia CF se ha visto superado en algunos momentos por las dudas, está siendo capaz de ofrecer un rendimiento alto de forma continuada, sobresaliendo como uno de los jugadores más destacados del inicio de campeonato. El verano pasado ya tuvo ofertas -rechazadas todas- y este nivel no hace más que acentuar su atractivo en el mercado.

Su condición de jugador internacional con la selección española refuerza todo lo anterior y le da un nuevo estátus. Luis Enrique lo ha marcado como uno de los activos sobre los que asentar la nueva Roja -lleva tres convocatorias de tres- y cada partido con la elástica nacional ha estado a la altura de la expectativa. La posición del jugador ante el mercado, por otro lado, está clara. Es la misma que el pasado diciembre, cuando expresó en SUPER: «mi futuro está aquí, estoy harto de que siempre salga mi nombre cuando se habla de una posible venta».

El tiempo confirmó la veracidad de sus palabras. Gayà pasó a los hechos renovando su contrato con el Valencia CF hasta 2023, incluyendo una subida de cláusula hasta los 100 millones de euros, cantidad que hace que el Valencia CF vuelva a tener la sartén por el mango ante cualquier amenaza externa. Si el club quiere hacerse fuerte con Gayà ese es el precio que tiene a día de hoy. El jugador es feliz en Mestalla.