En el Valencia CF Gonçalo Guedes es una pieza tan importante que su estado de forma marca la temperatura ofensiva del equipo. Hace más de un año, el 21 de octubre de 2017, los blanquinegros aplastaron al Sevilla en Mestalla en el mejor partido del portugués desde su aterrizaje. El punto álgido a una serie excelente de actuaciones con las que Guedes contribuyó a un fantástico inicio de temporada, en el que el club se tuteó con el Barcelona en las primeras posiciones y logró una renta valiosa para, a la postre, regresar a la Champions. Mañana, en cambio, los sevillistas visitarán a un Valencia deprimido, décimo cuarto, preocupado por el estado físico del fichaje más caro de su centenaria historia.

El choque con el Sevilla, diez puntos por encima, es una final con mayúsculas para los de Marcelino este sábado a las cuatro y cuarto de la tarde. Las sensaciones y los condicionantes, en el extremo opuesto a los del curso pasado, no pueden trastocar la motivación ni las necesidades de los locales. Mestalla hará tabla rasa para entregarse de nuevo a la causa. No existe otro marcador posible que la victoria pensando en los objetivos deportivos y económicos, y por la cabeza de Guedes sólo pasa su voluntad de ayudar al equipo sobre el césped. Esa es la razón por la que el miércoles el '7' se sometió en el hospital IMED a un bloqueo nervioso en la zona del pubisIMED , donde un fuerte dolor ha ido mermando cada vez más su rendimiento. Justamente, desde que se rehabilitó de una rotura en los aductores en los primeros minutos del Valencia CF-Barça.

Gonçalo Guedes ha entrado en la fase dos de tratamiento. Durante más de un mes el '7' ha sentido la frustración de querer y no poder. El dolor le ha impedido romper a los rivales con veloces cabalgadas con las que conquistó a los aficionados. Desde octubre una descompensación pélvica le provoca el pinzamiento del nervio inguinal, causante de intensas molestias cuando aumenta la zancada. Por ello, de acuerdo con los médicos, Guedes ha dado un paso adelante en el tratamiento conservador. El bloqueo del nervio consiste en una infiltración que duerme las sensaciones en la zona, rebajando las molestias.

Incluso, en algunos casos de pubalgia leve esta técnica aplicada a Guedes por el doctor Manuel Cifrián puede erradicar la dolencia, aunque requiere de un tiempo de evaluación. Las próximas horas se presentan decisivas para comprobar la efectividad del tratamiento. Ayer jueves Guedes comenzó la jornada con los fisios. A las 11:40 salió al campo para calibrar su primera respuesta tras el cambio en el tratamiento. Lo hizo de manera suave durante poco menos de diez minutos en la 'jaula'. El ex de Benfica y PSG realizó skipping y ligeras aceleraciones en las que apretaba los dientes. Para acabar tocó un par de balones con Jeison Murillo, tocado del tobillo. Después presenció el entrenamiento táctico de los compañeros unos minutos. Síntoma claro de que Gonçalo está con ganas.

El dolor aún no ha desaparecido, si bien desde el vestuario trasciende que la primera prueba resultó positiva. La intensidad ha bajado. Sin embargo, la sesión previa al partido de este viernes será más importante para saber si llega a tiempo a la 'final'. El objetivo es probarse con el grupo y poder entrar en la lista para medirse al conjunto de Pablo Machín (Mestalla, 16:15 horas). Los médicos son optimistas en cuanto a las opciones del portugués de jugar con mejores sensaciones un partido determinante para el futuro. El deseo del futbolista sería rememorar con una victoria su excelente partido del curso 17/18 ante el Sevilla... y recuperar pronto la versión que enamoró a Mestalla y motivó su fichaje por 40 millones.

Por culpa de las lesiones -la primera en noviembre de 2017, una fisura en el quinto metatarsiano-, la carga del Mundial y el difícil verano que le deparó el PSG, 2018 no ha sido un año brillante en el currículum individual de Guedes, que desde su último gol en mayo al Depor apenas ha sumado esta temporada una asistencia, a Michy Batshuayi, en el Valencia-Celta de septiembre.