Como le pasa al 'Matador' Kempes, el Kiy González tiene dos clubes acaparan su corazón: El Kiy GonzálezValencia CF, donde forja el talento joven. Cristian González (44 años) llevará siempre con él los recuerdos de dos títulos, 137 partidos de blanquinegro y el cariño unánime de la afición.

Buenas tardes. Es todo un placer charlar con un ex del Valencia CF campeón de Liga (2002) y Supercopa (1999), con un internacional argentino que tiene en casa una medalla de oro (Atenas 2004). ¿Hoy, a punto de entrar en 2019, qué es del carismático Kily?

El 'Kily' está dirigiendo un equipo en Argentina como si aquí fuera el filial del Valencia CF, nada más que en Rosario. Estoy muy conectado con la primera división del club de Rosario Central. Soy feliz, trabajo con muchos juveniles a los que ayudo a dar el paso previo para jugar en Primera. Además, recientemente, se ha logrado un título, la Copa argentina, después de muchísimo tiempo de sequía también en Rosario, y se ha conseguido con aportes nuestros desde los juveniles. Eso es algo que me ha llenado de mucho orgullo.

¿Cómo le sienta a uno volver a pisar Mestalla en la presentación del Partido de las Leyendas y ser ovacionado como si siguiera siendo una estrella de aquel súper equipo?

Es una gran felicidad. Me acuerdo que cuando jugaba me preguntaban qué se siente. Esto es único. Es un sentimiento en el cuerpo para el que no existen palabras que lo describan. La gente vino con frío, se aguantó dos o tres horas... La afición del Valencia es diferente a todas. Especial. Yo siempre digo lo mismo. Mi casa es la cancha de Central, pero este club a mí me ha marcado, me ha dado lo mejor, de toda mi vida deportiva, lo mejor lo he vivido aquí en Mestalla. Por eso, cada vez que entraba al campo intentaba transmitirles lo que ellos me brindaban desde fuera. Así vivía el fútbol, de esa manera lo entiendo, el cariño que tengo a la afición del Valencia me va a quedar guardado en el corazón.

¿Después de colgar las botas en 2011, sobre todo, después de irse del Valencia en 2003, cuántas veces ha escuchado en su cabeza aquel grito de guerra: «¡Kily, Kily!»?

Mira, contaré una anécdota. Cuando estuvimos todos en el estadio en la presentación del partido del Centenario... al acabar, me fui solo al medio del campo y empecé a mirarlo, a verlo, y ni te imaginas las cosas, recuerdos, emociones, que se me cruzaron por la cabeza... Sentí escalofríos en todo el cuerpo, sensaciones recordando partidos, jugadas. En un minuto reviví muchas cosas lindas. Intentaré hacer todo para estar en el partido del Centenario porque va a ser maravilloso y, más aún, poder compartirlo con el valencianismo.

David Albelda habla de la Liga 2001/02 como el título con mayúsculas en aquellos maravillosos años.

Totalmente. ¿Por qué? Porque fue muy ansiada por la gente tras tantos años sin poder celebrar una, todo eso sale de dentro con una energía que después no se puede comparar... Fue una liga luchada, sufrida, contra los famosos Galácticos y demostramos que los mejores fuimos nosotros, el Valencia CF. Los mejores, pero desde la humildad y la unión del grupo. A lo mejor, no éramos futbolistas con tantísimo nombre, pero sabíamos bien lo que teníamos que hacer, dejarnos el alma, el 100% en cada partido y ahí tienes el plus de la gente. Aquí en Mestalla no se podía perder ningún partido. Eso lo teníamos claro porque el apoyo de nuestra gente siempre estaba... siempre está. El Valencia es un club muy, muy, grande, eso lo tenemos que tener claro todos, todos los que hemos pasado por aquí o todos los que intentan que le vaya bien al Valencia, en mi caso desde Argentina. Yo quiero que le vaya siempre bien porque es una entidad que ha sufrido, que ha tenido épocas extraordinarias, otras no del todo buenas... y en este momento donde el equipo ha quedado fuera de la Champions hay que seguir adelante. Esto es fútbol. El Valencia es un lugar donde siempre se luchó, que jamás se rinde y es la línea a seguir, apoyar a tu equipo más allá de que te guste o no te guste el técnico. Los jugadores son los que están, se debe apoyar 100% a este equipo, al entrenador, y ojalá que cambien la realidad, que no es del todo mala, pero espero que remonten y hagan un buen papel en la Liga, es decir, colocarse en los puestos en los que realmente tienen que estar y hacerlo bien en la Europa League.

¿Ve capacidad para lograrlo?

Claro que sí. El Valencia tiene un gran plantel, veo los partidos, sigo al Valencia. Por ejemplo, frente al Eibar fue totalmente injusto no haber ganado, pero es fútbol, deporte de máximo nivel, el rival también se prepara para ganarte. Al Valencia, además, por su grandeza históricamente todos le quieren ganar, empatar... hay que estar muy preparados para estas circunstancias, ser protagonistas siempre en el campo, porque es lo que a los jugadores de mi tiempo nos hicieron sentir los seguidores valencianistas. Esta gente, la afición de Mestalla, te obliga a ser protagonista. ¿Por qué? Porque la historia te demuestra que tienes que ser protagonista jugando en el Valencia CF.

Como exjugador que está pendiente del Valencia, ¿cree que Marcelino

Se trata de decisiones de los directivos. No de los exjugadores. Yo no tengo ningún derecho de decir si tiene que seguir o no el técnico. Mi mensajes es que cada semana se debe ayudar al Valencia y ojalá, Dios quiera, aparezcan los resultados positivos.

Lo dijo antes, «con Mestalla éramos muy fuertes». Ahora, en cambio, el estadio ha dejado de ser un fortín. El equipo sufre en casa. ¿La clave sería poder recuperar esa química?

Ahí está el tema. No todo el mundo está preparado para jugar en el Valencia, aquí puedes tener 50.000 personas en todos los partidos. Yo he venido a jugar con el Zaragoza en contra del Valencia y la gente te lo hacía sentir. Cuando viene bien la gente apoya, más que nunca hay que apoyar ahora. Si no está del todo bien, no importa, la gente está, siempre va a estar. Insisto, el club está por encima de todos los nombres de todos los que hemos estado, de todos los que vendrán a jugar el Partido de las Leyendas... obviamente, hemos aportado nuestro granito de arena, pero nadie es más importante que el club, nadie es más importante que el escudo. Vuelvo a la mismo, la historia que acompaña al Valencia y lo que se ha sufrido para lograr esa historia tan hermosa en muchos momentos. Hay que tratar de revertirlo de la mejor manera. ¿Cómo? Jugando al fútbol y ganando. Es la única realidad.

Cuando el 24 de marzo salga de corto, nuevamente, a Mestalla...

(Risas). Seguro que me voy a morir... Si me dijeron que el otro día vinieron más de 3.000 y lo noté. Yo, mira, ¡tengo tantos recuerdos! Voy a contar una cosita... Un día estaba mirando un recital en casa de Andrés Calamaro y de repente dijo: «He tenido la suerte de que me cantaran el feliz cumpleaños en un concierto 25.000 personas». Y yo digo: «¡A mí 50.000 aquí, en Mestalla!». Yo por dentro, sólo en mi casa como perro malo. ¿Qué puedo hablar yo del Valencia CF? Desde afuera seguiré peleando porque les deseo lo mejor, a los que estén hoy, quiero que reviertan esta mini crisis, que no es tan exagerada, y ojalá Dios quiera que el Valencia pueda estar donde realmente tiene que estar.

Poco tiene que ver el juego por el extremo izquierdo del Valencia actual con el de su época con Vicente Rodríguez y usted mismo...

El fútbol ha cambiado, pero por encima de todo eso el Valencia de hoy quiere y lo intenta. Después se podrá analizar si gusta o no el estilo, cómo juega. Fundamentalmente, hay que apoyar al club, al equipo, a los jugadores, al entrenador... No nos olvidemos que el Valencia CF siempre va a estar por encima de todos los nombres. Este es un club muy grande con una historia hermosísima, todo eso hay que saber que llevarlo de la mejor manera.

Por último, ¿sufrió mucho en la final de la Copa Libertadores?

Sí, desde lo atípico que se dio el partido, una Copa Libertadores jugada en Europa. Todo fue un rollo bastante complicado. Desgraciadamente, les tocó ganar a ellos (River Plate). Uno pasó por Boca Juniors y me dolió por el cariño que le tengo al Xeneize. Pero está bien relativizar. Es fútbol. A la próxima será.