Estrada Fernández, del Comité Territorial Catalán, será el árbitro encargado de impartir justicia en el Valencia-Getafe correspondiente al partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey.Copa del Rey El colegiado catalán no puede permitir que el equipo azulón campe a sus anchas por Mestalla y lleve el partido al "borde del reglamento", como apuntó Marcelino García Toral en la previa de la eliminatoria. Estrada tiene que evitar el fútbol subterráneo del Getafe y castigar todo atisbo de hostilidad. Un estilo de fútbol -anti-fútbol para algunos- que se ha convertido en una norma desde la llegada de José Bordalás al banquillo.

El Getafe fue impune ante los jueces en el partido de ida. Arambarri lesionó a Kevin Gameiro -el francés sufre una fuerte contusión en la cabeza del peroné de su pierna izquierda y no pudo jugar contra el Villarreal- y el árbitro permitió que siguiera en el campo. Lo mismo sucedió con Damián Suárez. El pisotón del lateral derecho del Getafe a Kang In no tuvo castigo ni siquiera a través del VAR. González Fuertes del Comité Territorial Asturiano será el árbitro responsable del nuevo sistema de videoarbitraje.

Estrada y su equipo arbitral no pueden permitir que la historia se repita en la vuelta. Aquella noche el Valencia CF acabó con cinco amonestados por solo tres del Getafe. Incomprensible. Por eso, muchos focos estarán puestos en sus decisiones. Estrada lleva esta temporada un promedio de 6'6 tarjetas por partido. El Getafe, por su parte, es el equipo de la Liga que más faltas comete, que más rojas recibe y el segundo en el ranking de amarillas.

El colegiado catalán ha dirigido al Valencia en 31 partidos desde la temporada 2009/10 con un balance de 15 victrorias, 5 empates y 11 derrotas. Este año arbitró el partido contra el Levante (2-2), Ebro (2-1), Sevilla (1-1) y Sporting de Gijón (3-0). La última polémica con Estrada sucedió el 27 de enero de 2018 en el Valencia-Real Madrid (1-4). Señalaó dos penaltis a favor de los blancos, pero no uno a favor del Valencia. Además, hizo gala de un dudoso criterio con las faltas. El Getafe no se le puede subir a las barbas. Más que nunca, el Valencia-Getafe necesita justicia.