A excepción de Kevin Gameiro, que sale a título por año, y de Piccini, que conquistó la Copa de la Liga portuguesa la temporada pasada antes de cerrar su fichaje, nadie en la plantilla había tocado metal en los tiempos recientes. La final de Sevilla estaba llena de cuentas pendientes. Por un lado, el hambre de aquellos jugadores que habían salido de clubes de primerísima magnitud con un rol secundario con ánimo de llevar al Valencia CF -casos de Gabriel Paulista, Garay o Guedes, por ejemplo- y que tenían ante sí la oportunidad de volver a vivir esta experiencia en primera persona.

Por otro, la línea de jugadores jóvenes y no tan jóvenes que todavía no habían estrenado su palmarés. En el Valencia CF la experiencia en partidos grandes y finales no es muy extensa pero el ímpetu y las ganas de hacer historia están marcadas a fuego en el día a día. La octava fue la primera hasta para catorce jugadores de la plantilla. Jaume Domènech, Diakhaby, José Gayà, Lato, Kondogbia, Parejo, Carlos Soler, Cheryshev, Kang In Lee, Wass, Santi Mina, Ferran Torres y primera hasta para catorce jugadoresDiakhabyGayàLatoParejoCarlos SolerCheryshevKang In LeeWassSanti MinaFerran TorresRubén Sobrinono habían ganado todavía nada a lo largo de sus respectivas carreras. Especialmente llamativo es el caso de Parejo. El capitán, a sus 30 años y en su octava temporada como valencianista, ha vivido casi al completo la única década a lo largo de cien años de historia en la que el Valencia CF no ha conseguido un título, la que va desde la Copa del año 2008 a la temporada pasada.

Renovado meses atrás como una de las referencias más claras de rendimiento y liderazgo de la plantilla, su principal aliciente era la voluntad de trascender, de hacer historia, de no quedar como el símbolo de un equipo incapaz de dejar huella. Esa etiqueta nunca le perseguirá al de Coslada, que en su temporada más brillante hasta la fecha -pese a que tardó en arrancar hasta el mes de diciembre-, ha disputado más del 90% de los partidos de la temporada, rebasando los 5.000 minutos y muriendo en el campo de batalla, con una lesión producto del máximo desgaste y su entrega.

La Copa del Rey -el sentimiento se aviva- y de futbolistas, que habían caído en distintas semifinales de Europa League y Copa desde 2014 hasta hoy, comenzando por Jaume y Gayà -ambos cayeron con Parejo ante el Sevilla- y siguiendo por los actuales. El premio también sabe a gloria para Marcelino Este Valencia CF ya es un equipo campeón.