El Europeo también ha servido para iluminar -con justicia- el fútbol de Hugo Guillamón. El de L'Eliana ha sido clave para edificar la mejor pareja de centrales del campeonato junto a Eric García. Por el título, por equilibrio y por visión, la dupla de España se ha impuesto a la mezcla -tremenda- que han presentado los franceses con Oumar Solet y Benoît Badiashile. Guillamón, que también puede ser pivote, ha hecho una Euro sin errores, todavía más sólido que en citas anteriores y ha reivindicado su organización, su seguridad en el pase y el valor de su lectura de juego para resolver también situaciones complicadas sin balón.

La realidad inmediata del central pasa por el Mestalla. El club no le ha trasladado cambio de dirección... hasta la fecha. Su cabeza está en el trabajo. No hay más. Por proceso, Hugo tiene otra temporada de filial. El objetivo es ser importante en una temporada fundamental en su camino. Lo sucedido en Armenia refuerza su perfil, que insiste en la superioridad de la inteligencia sobre el músculo o los centímetros.