Mes y medio después de la lesión muscular padecida en Mestalla durante los últimos instantes del Valencia-Chelsea, agravada por su voluntad de ayudar al equipo, Kang In Lee está recuperado para volver a competir. El joven futbolista completó el viernes junto al grupo el último entrenamiento de la semana sin molestias en el muslo y con excelentes sensaciones. El mejor impulso posible para un año 2020 que el surcoreano espera como el de su confirmación. En los próximos meses, Kang In tendrá por delante retos apasionantes como el intento de hacerse sitio en el once valencianista, seguir disfrutando de minutos en la Champions, que se jugarán entre el 22 de julio y el 8 de agosto.

El Balón de Oro del Mundial sub-20 tendría serías opciones de entrar en esa selección olímpica de Corea del Sur, pero antes sus compañeros de selección deben confirmar la presencia en la Olimpiada finalizando en el podio del Campeonato Asiático sub-23 que se disputa desde el 8 hasta el 26 de enero en Tailandia. Días en los que Kang In va a estar pegado a la televisión, muy pendiente del papel de los suyos. Su presencia en los Juegos sería de vital importancia tanto para él como para el Valencia CF. Más allá de los réditos comerciales que podría suponer la aparición en un torneo de amplia trascendencia internacional desde uno de los centros más poderosos de Asia, Tokio; una medalla olímpica le serviría para evitar un servicio militar que en Corea del Sur se prolonga de manera obligatoria durante 18 meses.

La estricta ley en el sexto país con el número de tropas activas más elevado del mundo dictamina que todo varón sano debe hacer la 'mili' entre los 18 y 28 años. Hace un año y cuatro meses, con 26 recién cumplidos, Heung-Min Son (delantero del Tottenham) se salvó sobre la bocina con el Oro en los Juegos Asiáticos tras la victoria de la absoluta sobre Japón (2-1). Los deportistas son de los pocos surcoreanos que pueden escapar del servicio militar con logros que «mejoren el prestigio nacional». Para los futbolistas, las únicas oportunidades llegan en ciclos de cuatro años mediante una medalla en los Juegos Olímpicos, el título en los Asiáticos o una posición de honor en la Copa del mundo. En este sentido, en 2002 el Gobierno liberó del llamado militar a los 'Tigres' de Asia a los que Hiddink había llevado al cuarto lugar del Mundial de Corea del Sur y Japón.

Cada una de estas ocasiones cobra especial relevancia para jugadores con un futuro prometedor, y que ven amenazado por un paréntesis de año y medio alejados de su profesión, el fútbol. Más si cabe, para la generación actual de surcoreanos, subcampeones de Asia sub-19, sin Kang In, y subcampeones del mundo sub-20 el pasado verano en Polonia.

En el país oriental crecen las voces críticas en favor de los objetores de conciencia. Además, desde hace algo más de un año se abrió un debate en pro de que no sólo futbolistas y atletas puedan librarse de la obligación militar gracias a sus méritos. Por ejemplo, los fans del popular grupo musical BTS solicitan un trato de excepción para sus ídolos pop. En lo referente a los objetores, que piden un servicio alternativo, a finales de diciembre el Parlamento adoptó una nueva ley que dicta que quienes se nieguen a hacer la 'mili' por razón religiosa o de otra clase deberán «trabajar durante tres años en un centro penitenciario».

Días clave para el futuro

El Campeonato sub-23 de la AFC (Confederación Asiática de Fútbol) que se está disputando en tierras tailandesas es el paso previo y necesario para ir a los Juegos. De ahí, su importancia. De hecho, muy probablemente, Kang In estaría hoy con su selección de no haber estado lesionado a finales de año. La Federación surcoreana movió ficha para convocarlo, si bien el Valencia declinó la petición para que el jugador sanara por completo de la lesión, alegando que el torneo no forma parte del calendario FIFA de primer orden. Incluso, el seleccionador, Kim Hak-bum, le reservó una plaza hasta última hora, cuando ya no tuvo más remedio que completar la lista con un futbolista de la liga local, Yoon Jong-gyu.

Para ganar el billete a Tokio 2020, a Corea del Sur, que ya ganó a China (1-0) y este domingo se medirá a Irán, le bastaría con alcanzar las semifinales -si la anfitriona Japón también lo logra- o asegurarse el tercer puesto. De ello, y de su evolución con el Valencia, dependerá si en verano Kang In acompaña a los Juegos a otros dos valencianistas con opciones de ir con España: Soler y EspañaFerran Torres. Eso sí, hasta que llegue la hora, el mediapunta de 18 años pone todos sus sentidos en volver ante el Mallorca. Ya está disponible para Albert Celades.

Nueve selecciones ya tienen plaza en Tokio 2020

Si Corea del Sur se gana su plaza, los surcoreanos no tendrán fácil entrar en el podio olímpico por el peso de los rivales. Eso sí, su generación, actual subcampeona del mundo sub-20, es altamente competitiva. 16 equipos lucharán por los metales. Japón, Alemania, España, Francia, Rumanía, Nueva Zelanda, Costa de Marfil, Egipto y Sudáfrica ya están clasificadas. Faltan tres de Asia, dos de Sudamérica y dos de la Concacaf centroamericana.