Alejandro Gómez, el Papu. El nombre del argentino hace tiempo que resuelta reconocible para los aficionados al fútbol internacional. Desde el sorteo, su figura ha sido subrayada como amenaza principal de la Atalanta para el Valencia CF, con toda justificación. Con 32 años y tras seis temporadas en Bérgamo, se ha convertido en el hombre franquicia, ciudadano de honor. Más allá del célebre bailecito, el mediapunta es el jugador que marca el ritmo desde la zona de creación. El argentino crea, desborda, busca el pase definitivo y aporta gol. Frena, acelera, aparece entre líneas, baja a la base del centro del campo para crear...

El Papu promete ser un tormento en general, sobre todo, para los futbolistas de la zona derecha. Al Papu le gusta arrancar en diagonal de izquierda a derecha. Para Kondogbia, para Parejo y para KondogbiaParejoCoquelin si llega, va a ser un reto ponerle freno. Es juego, son sensaciones y estadísticas. Alejandró Gómez lleva 10 asistencias y seis goles en Serie A. Sólo Ilicic ha producido más, 14 goles y tres asistencias. En Champions, el Papu lleva una más una.

El Papu siempre lo dice, llegó a Bérgamo a pelear por el descenso y ahora pelea con los más grandes de Europa. En el centro del cambio está su fútbol. Llegó del Metalist ucraniano por menos de cinco millones en una operación tremenda. Antes, había dejado buenos detalles en Catania, con Diego Pablo Simeone, donde también coincidió en San Lorenzo. Nacido en Buenos Aires y formado en Arsenal de Sarandí, en su palmarés guarda la Copa Sudamericana que -de la mano de Gustavo Alfaro- le ganó a un gigante como América de México. Dejó huella en el torneo y en la final a doble partido, donde hizo dos goles en el Estadio Azteca... tenía 19 años. Con la selección argentina no ha sido valorado. Con la Sub-20 sí fue campeón del mundo en 2007; era suplente de Banega, Mauro Zárate, Kun Agüero, Pablo Piatti y Maxi Moralez. Para la 'Diosa' es un dios.