El Valencia CF se puso en marcha el sábado con las primeras analíticas de carácter general. La idea, como si de una pretemporada se tratara, es completar toda la batería de pruebas médicas y físicas en los próximos días para tener una radiografía exacta de cada uno de los futbolistas. Los jugadores, tal y como informó Superdeporte, se han desplazado de una manera controlada a un centro médico de la ciudad para someterse a una analítica de sangre y comenzar a testar la forma física de sus jugadores después de mes y medio de confinamiento y entrenamientos telemáticos.

La gran diferencia con respecto a las pretemporadas puras y duras de verano es que el preparador físico del Valencia, Javier Miñano, tiene referencias directas de sus jugadores porque no ha dejado de trabajar con ellos durante las últimas semanas y ha realizado un seguimiento de ellos tanto telefónicamente como por videoconferencia. En este sentido, Albert Celades no espera ninguna sorpresa en torno al peso con el que los jugadores retomen la actividad en la ciudad deportiva.

Los jugadores recibieron en sus pautas de trabajo unas indicaciones individualizadas sobre el peso ideal de cada uno. Los futbolistas tenían la obligación de pesarse en casa y compatir la información con el preparador físico. Javier Miñano ha tenido así un control directo sobre el peso de los jugadores y no espera ninguna sorpresa en la vuelta progresiva al trabajo.

Hay futbolistas, según ha podido saber SUPER, que cogieron algunos kilos en las primeras semanas, pero pronto lo corrigieron hasta el punto de estar ahora algunos gramos por debajo del peso ideal. La práctica de los ejercicios de mantenimiento, para no ganar kilos y tampoco perder músculo, y la buena alimentación ha sido una tónica general en la plantilla.

El cuerpo técnico sí estará pendiente del índice de grasa con el que vuelvan los jugadores porque ahora es una información que no tienen.