El Valencia CF arrancó el pasado lunes la fase 3 de entrenamientos del protocolo de LaLiga que permite a los equipos entrenar en grupos de un máximo de 10 jugadores. Atrás quedaron los entrenamientos individuales de los primeros nueve días. La ciudad deportiva de Paterna cada vez más respira fútbol y las sesiones de trabajo cada día que pasa se parecen más a las de hace dos meses. Los entrenamientos cada vez son más reales.

Albert Celades ha vuelto a dar un paso adelante en este sentido y, además de rondos, ejercicios con balón y finalizaciones, con distancia entre los jugadores ha programado este martes por primera vez los primeros partidillos. Por primera vez desde la vuelta a los entrenamientos se han visto los primeros duelos e intercepciones. Los jugadores han pugnado por el balón como si de un entrenamiento normal se tratara y han sido inevitables los primeros contactos entre jugadores. Algún empujoncito para ganar la posición, alguna pugna por el balón a ras de suelo... Los contactos, aunque mínimos, han vuelto a Paterna.

Hay que aclarar que el protocolo de LaLiga establece que en la fase 3 de entrenamientos el contacto tiene que ser "mínimo". Es decir, en ningún momento se está incumpliendo la norma. La plantilla está siguiendo a rajatabla las medidas de seguridad de las autoridades sanitarias, pero una vez están dentro del terreno de juego solo piensan en el balon y es difícil medir si los contacto se hacen con más o menos intensidad.

"Más allá de todas las prevenciones y medidas especiales que se están cumpliendo a la perfección, se está empezando a entrenar normal, como antes, es normal", aseguran desde dentro. Lo importante es que los jugadores están demotrando mucha responsabilidad sociale y que el cuerpo técnico ha comprobado en primera persona que la plantilla ha vuelto con muchas ganas y con los niveles de intensidad al cien por cien.

Tal y como establece el protocolo de seguridad de LaLiga, Celades trabajó con los mismos tres grupos que la jornada anterior. Los futbolistas volvieron a saltar al campo cada uno con su neverita individual para hidratarse durante la lesión.