Saneamiento

Desarrollan en España un filtro para microplásticos en las depuradoras

Actualmente, van a parar al mar y a los ríos porque no se pueden filtrar en el proceso de depuración de aguas

Estación depuradora de aguas residuales

Estación depuradora de aguas residuales / sorigue

J. L. Ferrer/Redacción

Los microplásticos van a parar irremediablemente al mar o a los ríos a través de las depuradoras, porque estas instalaciones no están preparadas para filtrar estas partículas, a veces invisibles pero siempre dañinas. Ahora, una entidad española, Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico, está desarrollando una novedosa tecnología de depuración con membranas de ultrafiltración para prevenir y eliminar los microplásticos de las aguas residuales.

El gran desafío actual es, precisamente, lograr limpiar de manera eficiente los conocidos como microplásticos --partículas inferiores a 5 mm-- y nanoplásticos (inferiores a 1 nm) de las aguas residuales y sus lodos para que puedan ser reutilizadas en entornos urbanos y agrícolas. Las tecnologías actuales que emplean las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) todavía no están preparadas para eliminarlos completamente durante los procesos de tratamiento.

Microplásticos

Microplásticos / pixabay

Para capturar los micro y nanoplásticos (MNP) de las aguas residuales, Aimplas trabaja en un proyecto de depuración con membranas de ultrafiltración combinada con procesos de digestión anaerobia a escala piloto con una eficiencia esperada superior al 99%. Lo hace en el marco de la iniciativa Prevenplast, financiada por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), informa la entidad a través de un comunicado.

En este proyecto también se está desarrollando una metodología estandarizada de análisis cualitativo y cuantitativo para la detección, identificación y cuantificación de estas partículas. Permitirá estudiar la eficacia de las tecnologías de tratamiento propuestas y hará posible el desarrollo de una guía de buenas prácticas que ayudará a las industrias prevenir la generación de estos materiales y su liberación al medioambiente.

"Solución avanzada"

La Unión Europea cuenta con unas 5.300 depuradoras (EDAR), por lo que los resultados obtenidos en el proyecto Prevenplast, en palabras de Juan Francisco Ferrer, investigador del laboratorio de Caracterización de Aimplas, "supondrán una solución avanzada para la eliminación de micro y nanoplásticos en los efluentes industriales, ya que actualmente no existe ningún sistema de estas características, basado en tecnología de biorreactores anaerobios de membrana (AnMBR), instalado en Europa. Además, facilitará a las empresas la implantación de medidas preventivas en sus procesos industriales y les permitirá anticiparse a futuras restricciones legales".

En concreto, Aimplas está evaluando, en una EDAR con muestras de aguas residuales y lodos y en una planta piloto de transformación de plástico, tanto la presencia de micro-nanoplásticos en diferentes puntos de los procesos implicados y la capacidad de minimizar su generación, como su recuperación a través de las tecnologías de membranas de ultrafiltración de fibra hueca y digestión anaerobia. Del mismo modo, está analizando la eficiencia y estabilidad a largo plazo de estas nuevas herramientas desde el punto de vista técnico, económico y ambiental para su optimización.

Estación depuradora de aguas residuales

Estación depuradora de aguas residuales / sorigue

La solución propuesta tendrá un gran impacto económico en diversos sectores, como el de tratamiento de aguas residuales y el de transformación de plásticos, entre otros, e impulsará acuerdos multisectoriales. Así, Aimplas trabaja en este proyecto con la colaboración de la empresa Global Omnium, el Grupo de Investigación CALAGUA de la Universitat de València (UV) y el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de Universitat Politècnica de València (UPV).

Otra de las iniciativas de economía circular en las que trabaja Aimplas es Bioreact, centrada en el reciclado de residuos con base polimérica de almidón, como son las bolsas o los acolchados empleados en agricultura. Actualmente no existe un método específico para su reciclado y tienen como destino final tras su vida útil el compostaje o la biodegradación en suelos. Gracias a este proyecto, en el que colabora con la Universitat de València (UV), PICDA y Viromii, serán valorizados y transformados en un producto de alto valor añadido como es el ácido láctico, que puede emplearse para la producción de ácido poliláctico (PLA), uno de los bioplásticos con mayor demanda y escasez actual de producción.