Especies en peligro

El humo de los incendios forestales asfixia al orangután de Borneo

La desforestación y el drenaje de las turberas ha disparado las quemas en frecuencia e intensidad en las últimas décadas

Una hembra de orangután con sus dos crías.

Una hembra de orangután con sus dos crías. / Edwin Giesbers / WWF

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Por si el cambio climático, la desforestación, la agricultura intensiva y la invasión urbana fueran poco, los orangutanes de Borneo, en peligro crítico de extinción, se enfrentan a otro peligro añadido: el humo de los incendios forestales, tanto los naturales como los provocados por humanos, que está causándoles graves problemas de salud.

Las turberas tropicales son los puntos en los que se registran los incendios más grandes de la Tierra, con contribuciones descomunales a los gases de efecto invernadero, humo tóxico y neblina rica en partículas.

Los riesgos para la salud humana del humo de los incendios forestales son bien conocidos, pero sus efectos sobre la vida silvestre que habita en esos ecosistemas han sido poco estudiados.

En el año 2015, los incendios de turberas en Borneo crearon una espesa neblina de humo que cubrió la región. Un equipo de científicos investigó los efectos del humo en las vocalizaciones de llamadas largas de cuatro orangutanes de Borneo machos adultos (Pongo pygmaeus wurmbii) en un bosque pantanoso de turba. Las conclusiones acaban de ser publicadas en la revista ‘iScience’.

Durante el período con mucho humo, los orangutanes llamaron con menos frecuencia y mostraron una calidad vocal reducida (tono más bajo, mayor aspereza y perturbaciones, y más fenómenos no lineales), similar a los cambios registrados en los fumadores humanos, según los investigadores.

La mayoría de estos cambios persistieron durante dos meses después de que el humo se disipó. Los científicos están convencidos de que este hecho indica importantes deterioros en la salud de los animales.

Bomberos y humo de turba en un bosque indonesio.

Bomberos y humo de turba en un bosque indonesio. / Wendy Erb / Centro Yang, Laboratorio de Ornitología de Cornell

Los análisis del suelo sugieren que los incendios forestales han ocurrido en Borneo durante milenios, pero se han vuelto cada vez más frecuentes e intensos en las últimas décadas debido a la deforestación y el drenaje de las turberas

Voces similares a las de los fumadores humanos

Durante los incendios y cuando hay presencia de humo "los animales se mueven menos para conservar energía". Viajan menos, descansan más y consumen más calorías, según la autora principal del estudio, Wendy Erb, del laboratorio de Ornitología del centro Lisa Yang de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

Cuando hay humo en el ambiente "los orangutanes tampoco vocalizan tanto y sus voces son equivalentes a las de un fumador humano. Sus voces son más profundas, más ásperas y más temblorosas. Estas características vocales se han relacionado con la inflamación, el estrés y las enfermedades, incluido el covid, en animales humanos y no humanos", añade Erb.

Los incendios forestales han aumentado en frecuencia y gravedad en Indonesia, al igual que en otras partes del mundo, a menudo relacionados con el cambio climático.

En Indonesia, la ocurrencia de incendios forestales también está estrechamente relacionada con los ciclos de calentamiento de El Niño en el Océano Pacífico. Pero, a diferencia de otros tipos de incendios forestales, los de turberas pueden arder bajo tierra durante semanas y producir emisiones excepcionalmente altas de gases peligrosos y partículas.

Turbera ardiendo en Indonesia.

Turbera ardiendo en Indonesia. / Wendy Erb / Centro Yang, Laboratorio de Ornitología de Cornell.

Erb trabajó con un equipo del Programa de Investigación de Orangutanes de Tuanan para recopilar datos sobre machos adultos en Borneo. Durante la temporada de incendios, la región experimentó las concentraciones más altas de material particulado: el promedio diario aumentó casi 12 veces más que la cantidad clasificada como peligrosa para la salud humana por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

El orangután es bien conocido por los científicos como ‘especie indicadora’, porque su salud y comportamiento reflejan la calidad de su entorno. "La exposición cada vez más frecuente y prolongada al humo tóxico podría tener graves consecuencias para los orangutanes y otros animales», señalan los investigadores.

Partículas peligrosas

Los resultados del estudio avalan la "necesidad urgente" de comprender los impactos indirectos y a largo plazo de los incendios de las turberas de Indonesia, "más allá de la pérdida inmediata de los bosques y sus habitantes", indica Erb.

"Al descubrir los vínculos entre los cambios acústicos, de comportamiento y energéticos en los orangutanes, esta investigación puede ayudar a los científicos y a los administradores de vida silvestre a monitorear de manera segura la salud de esta especie en peligro crítico de extinción utilizando métodos acústicos no invasivos", destaca.

"Veo gran potencial para el monitoreo acústico pasivo para profundizar nuestra comprensión de los efectos del humo de los incendios forestales en las poblaciones de vida silvestre en todo el mundo", concluye la científica.

Los incendios de turberas destruyen hábitats forestales, liberan gases de efecto invernadero y producen partículas peligrosas, la principal causa de mortalidad relacionada con la contaminación en el mundo.

Orangutanes de Borneo

Orangutanes de Borneo / Pinterest

En 2015, Indonesia experimentó la actividad de quemas y contaminación por humo más grave desde los desastrosos incendios forestales durante las sequías de El Niño de 1997, cuando se quemaron unos 24.000 kilómetros cuadrados de turberas, el 12% del área total. Es una superficie similar a la de la Comunidad Valenciana (23.255 kilómetros cuadrados). 

Dos estudios estimaron ya hace cinco años que la neblina de humo tóxico 2015 causó entre 12.000 y 100.000 muertes humanas prematuras, pero hubo muy poca investigación sobre los efectos en las poblaciones de vida silvestre que habitan estos hábitats.

La pérdida, inesperada para los científicos, de casi 100.000 orangutanes de Borneo de bosques intactos en Kalimantan entre 1999 y 2015 indica que la pérdida de hábitat por sí sola no explica el declive de la especie. Y el humo tóxico puede tener mucho que ver con esas muertes: está asfixiando a la especie.

Informe de referencia: https://www.cell.com/iscience/fulltext/S2589-0042(23)01165-3

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