Formaciones misteriosas

¿Hay los restos de un planeta diferente en el interior de la Tierra?

Dos grandes estructuras desconocidas en el manto inferior desconciertan a los científicos desde hace años

Ubicación de las dos estructuras

Ubicación de las dos estructuras / geologypage

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

En el interior de la Tierra, en la parte más baja del manto y rodeando el núcleo del planeta, existen dos ‘parches’ gigantescos, como si fueran grandes estructuras añadidas, hechas de un material diferente al que hay a su alrededor y que llevan años desconcertando a los científicos. Sumadas, ambas acumulaciones representan entre el 3% y el 9% del volumen total del planeta.

La dificultad para desentrañar la naturaleza de estas estructuras radica en la imposibilidad de acceder a ellas de forma directa. Están demasiado lejos de la superficie. La excavación más profunda jamás realizada alcanzó los 12.200 metros, pero así y todo no llegó a perforar siquiera la corteza terrestre y mucho menos aún pudo llegar al manto.

Sin embargo, los terremotos se convierten en aliados de los científicos para explorar lo que hay bajo nuestros pies a gran profundidad. La tomografía sísmica es la técnica empleada para analizar las estructuras que forman el interior del planeta.

Cuando tiene lugar un seísmo, se propagan ondas de energía en todas direcciones. Midiendo los temblores desde diversos puntos de la superficie, los científicos pueden crear un mapa del interior de la Tierra.

Como las rocas y los líquidos existentes en el interior del planeta tienen densidades diferentes, dichas ondas se desplazan a través de ellos a velocidades distintas, lo que permite a los geólogos aclarar qué tipo de material están atravesando las ondas.

Una de las estructuras está debajo de África

Una de las estructuras está debajo de África / shutterstock

Fue así como se descubrieron, hace ya años, dos grandes y desconocidas estructuras, que se denominaron Grandes Regiones de Baja Velocidad de Corte (LLSVP, en inglés). En estas zonas, las ondas sísmicas se desplazan más lentamente de lo que lo hacen a través del manto circundante. Una de estas ‘manchas’ o ‘parches’ es conocida como ‘Tuzo’, está situada debajo de África y tiene unos 800 kilómetros de altura, lo que equivale a nada menos que 90 montes Everest, uno encima de otro.

Dos hipótesis principales

Qué son y cómo se formaron estas misteriosas estructuras es algo que sigue sin tener respuesta clara, aunque hay algunas hipótesis cada vez más sólidas. Estas estructuras son más densas que el material que hay en sus inmediaciones, en el manto inferior. Por ello, parece estar claro que están hechas de un material diferente, si bien la tomografía sísmica no puede determinar de qué se trata ni su densidad concreta.

Hay dos hipótesis principales, según los científicos. Una de ellas considera que los LLSVP son grandes acumulaciones de corteza oceánica que se habrían subducido (como si se hubieran hundido dentro de la Tierra) y sepultado en su actual emplazamiento hace miles de millones de años.

La segunda teoría afirma que estos fragmentos gigantes serían sencillamente trozos de un planeta que chocó contra la Tierra cuando aún estaba formándose el Sistema Solar, hace 4.500 millones de años. Dicho planeta, que se conoce como Theia, sería mucho más pequeño que la Tierra (del tamaño de Marte) y chocó contra nosotros, haciendo saltar al espacio una gran cantidad de escombros que, con el tiempo, se irían agrupando por efecto de la gravedad y formarían la Luna.

Recreación del choque de Tehia contra la Tierra

Recreación del choque de Tehia contra la Tierra / Agencias

Pues bien, se cree que los ‘parches’ del manto inferior serían en realidad pedazos de Tehia, trozos de su manto, más denso que el nuestro, que se habrían mezclado con la Tierra durante la colisión y allí permanecerían todavía hoy.

De hecho, en 2021 un equipo modeló simulaciones de este evento catastrófico y descubrió que el manto de Theia podría sobrevivir en la actualidad.

No existe aún una certeza total sobre ninguna de ambas hipótesis, por las limitaciones en los medios de investigación, pero los científicos creen que los progresivos avances técnicos permitirán pronto saber qué son esos gigantescos trozos misteriosos que hay ‘empotrados’ en nuestro manto.

Estudio de referencia: https://progearthplanetsci.springeropen.com/articles/10.1186/s40645-020-00327-1

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