Arrecifes artificiales: así promueven la biodiversidad marina y protegen la costa

Los habían adelantado los pescadores y ahora lo corrobora la ciencia: los arrecifes, ya sean naturales o artificiales, promueven la biodiversidad marina. De ahí la conveniencia de conservarlos y, en su caso restaurarlos. Un estudio realizado en Dinamarca ha concluido que la colocación de nuevos arrecifes pueden ayudar a que haya cien veces más peces de algunas especies.

Apenas seis meses después de que el Instituto Nacional de Recursos Acuáticos de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU Aqua) y varias organizaciones locales establecieran nuevos arrecifes en Bredgrund, al sur del país, los investigadores registraron cien veces más bacalao de lo habitual.

Los arrecifes originales se han reducido en Dinamarca tras décadas de actividades humanas. Sólo en los últimos 100 años, se han retirado 8,3 millones de metros cúbicos de piedra para ampliar los puertos del país y producir hormigón, ha señalado Christina Tækker, responsable de Comunicación de la DTU.

Según un estudio de esta universidad, esas cifras corresponden a la eliminación de al menos 55 kilómetros cuadrados de hábitats para plantas y animales, un área aproximadamente del tamaño de las islas Bermudas y casi el doble de la superficie de la isla canaria La Graciosa.

La desaparición de las piedras provoca la falta de escondites para los animales marinos y de lugares donde puedan adherirse especies como las algas o los mejillones. Y si las algas desaparecen, a menudo quedan menos criaturas marinas pequeñas y peces, como el bacalao.

La ausencia de arrecifes de piedra y bosques de algas significa que el bacalao tiene menos lugares donde esconderse de depredadores como cormoranes y focas. La conclusión es clara: resulta necesario restaurar los arrecifes de piedra. 

Construcción cara y complicada

Con el objetivo de restaurar los arrecifes, la DTU Aqua, en sintonía con actores locales, ha iniciado una serie de proyectos que investigan los compuestos de rocas, mejillones, concreto, etcétera.

Uno de los proyectos analiza si los arrecifes pueden proteger la costa y favorecer más vida marina. La respuesta es sí, ayudan a aumentar la biodiversidad, a mejorar las áreas de desove y crecimiento de los peces y a crear valor para los pescadores deportivos y los buceadores.

"Estamos en medio de una crisis de biodiversidad, donde las especies se están extinguiendo aproximadamente al mismo ritmo que cuando se extinguieron los dinosaurios. Por eso estoy satisfecho con los resultados del estudio, que revelan que el bacalao prospera alrededor de los arrecifes de piedra y tiene más posibilidades que antes de esconderse y alimentarse", afirma el investigador principal, Jon C. Svendsen.

"Actualmente estamos en una fase piloto, desarrollando y probando varios arrecifes y documentando cómo funcionan. Estamos avanzando en la dirección correcta, pero el progreso es lento porque la construcción de arrecifes de piedra es cara y complicada", añade.

La creación de arrecifes comenzó en Dinamarca hace 15 años. Hoy en día se presta mayor atención a los arrecifes en toda Europa, porque los estados miembros de la Unión Europea (UE) están obligados a protegerlos y a restaurar que han desaparecido según la Directiva de Hábitats, que los protege en las áreas Natura 2000.

Hay dos tipos de arrecifes. Uno es el ‘geogénico’, que está formado por rocas. Para recrear estos arrecifes, se extrae roca de las canteras y se transporta en barco hasta el lugar elegido. El otro tipo es ‘biogénico’, está formado por organismos vivos, como ostras o mejillones, y proporcionan hábitats importantes para una variedad de especies de peces.

Protección frente al cambio climático

Otro proyecto de la DTU, denominado Barreef, persigue determinar si los arrecifes artificiales se pueden utilizar, además de para promover la biodiversidad, para proteger la costa. La DTU está probando el primer arrecife de protección costera en el mar del Norte. Los investigadores creen que tendrá un efecto estabilizador y restaurador en la costa.

El proyecto incorpora dos principios de sostenibilidad: ‘diseño inclusivo de la naturaleza’ y ‘soluciones basadas en la naturaleza’. "Teniendo en cuenta estos dos principios, en el futuro sería bueno construir arrecifes que sirvan también como protección costera y estar mejor preparados a medida que aumente el nivel del mar debido al cambio climático", destaca Svendsen.

También se está probando en el puerto interior de Copenhague un arrecife de hormigón. Los científicos confían en que cree un caldo de cultivo natural para las criaturas marinas, porque es similar a los arrecifes de coral y las conchas marinas.

"La expectativa es que la industria de la construcción pueda aprovechar la experiencia adquirida en futuros proyectos de protección costera, puentes, túneles y parques eólicos marinos, que tal vez puedan diseñarse de manera óptima para ofrecer nuevos hábitats para peces, mejillones, algas… Porque es necesario actuar ahora", expone Svendsen."

Antes veíamos el mar como una cámara inagotable, donde pescábamos los peces que queríamos y vertíamos muchas aguas residuales. También hemos eliminado condiciones de vida clave, en forma de arrecifes de piedra, que los peces y las pequeñas criaturas marinas utilizan como hábitat", indica.

"Cada año, provocamos el agotamiento del oxígeno en el mar y extraemos arena del fondo marino para la protección y construcción de las costas. Hemos llegado al punto en el que ya no podemos seguir tomando del mar. Necesitamos retribuir, adquirir mejores conocimientos y ser más cuidadosos. De lo contrario, podríamos terminar con un océano sin vida", alerta Svendsen.

130 arrecifes artificiales en España

En España, el inicio de la instalación de arrecifes artificiales data de principios de los años ochenta del siglo pasado. Se inicia esta actividad con la instalación de los arrecifes pioneros del Proyecto "Escorpora" (1981) y de Sa Riera-Begur (1982) ambos en Cataluña.

Durante el resto de la década tiene lugar un lento despegue con la instalación de diez nuevos arrecifes: tres en Cataluña (L'ampolla, Salou, y Medas), tres en Valencia (Santa Pola, Tabarca y Torrevieja), dos en Canarias (Tazacorte y Arguineguin), uno en Baleares (Cap Regana) y uno en Andalucía (Conil).

Durante la década de los noventa se consolidan definitivamente los arrecifes artificiales como medida de gestión pesquera, instalándose 93 en toda la década. De esta manera, en la actualidad existen 133 iniciativas de arrecifes contabilizadas, 17 de ellos competencia del Gobierno de España y el resto de las comunidades autónomas.

La línea prioritaria de actuación en España, corresponde a los arrecifes artificiales de protección. Los arrecifes artificiales desarrollados en otros países generalmente asocian la doble función de protección y producción a un mismo tipo de módulos ya que, evidentemente por su volumen y peso un arrecife de producción también constituye un elemento disuasorio del arrastre, detalla el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

La Universidad de Cantabria fabricó hace tres años en sus laboratorios, con una impresora 3D y dentro de un programa europeo, un total de 36 arrecifes artificiales que fueron colocados en los fondos marinos de la bahía de Santander y de otras tres localizaciones en Francia, Reino Unido y Portugal.

--Arrecifes artificiales gestionados por el Gobierno central: https://www.mapa.gob.es/es/pesca/temas/proteccion-recursos-pesqueros/arrecifes-artificiales/arrecifes-artificiales-instalados-por-la-sgp/default.aspx

--Listado de arrecifes artificiales gestionados por las comunidades autónomas: https://www.mapa.gob.es/es/pesca/temas/proteccion-recursos-pesqueros/aa_ccaa_tcm30-278059.pdf

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