La erupción de Islandia empieza a arrasar viviendas y amenaza vidas humanas

El volcán de Islandia que este domingo reactivó la emisión de lava (tras entrar en erupción el 18 de diciembre) amenaza ahora con sepultar la ciudad de Grindavik y de hecho ya ha destruido varias viviendas y construcciones que el fluido volcánico ha encontrado a su paso. “Ahora la lava fluye hacia la ciudad”, ha alertado la Oficina de Meteorología de Islandia.

Aunque inicialmente los 1.500 vecinos de esta ciudad pudieron regresar a sus casas tras haber sido desalojados con motivo de la primera erupción, ahora han vuelto a serlo ante el serio peligro de que todo el núcleo urbano quede anegado y devastado por el magma que sale de las fisuras abiertas en el suelo.

Esta erupción ha sido más pequeña que la de diciembre, aunque el magma que ha expulsado parece haber superado las barreras de contención que estaban instaladas y se encuentra a tan solo 450 metros de los primeros domicilios del norte de la localidad islandesa.

El magma ha aflorado a la superficie a través de dos fisuras diferentes, una junto a la ciudad de Grindavik y la otra en el punto donde se hallaban precisamente los diques de contención. La evolución de la erupción es incierta, según afirman los expertos, y los dispositivos de seguridad están en situación de máxima alerta.

Mientras la desesperación cunde entre los vecinos de la zona, esta erupción está dejando de ser un atractivo turístico para convertirse en una seria amenaza tanto para los bienes inmuebles e infraestructuras de la zona como para las propias vidas de sus habitantes.

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