Emergencia climática

¿Qué está causando la actual sequía récord en el Amazonas?

El cambio climático tiene más culpa que El Niño de la grave situación del mayor bosque tropical del mundo, concluye un estudio científico

Severa sequía en el Río Negro, en el Amazonas (Brasil).

Severa sequía en el Río Negro, en el Amazonas (Brasil). / EFE / André Coelho

Ramón Díaz

Ramón Díaz

La devastadora sequía que padece el Amazonas, que ha llevado al río mínimos históricos, ha continuado hasta el invierno del hemisferio norte, que es el corazón de la estación húmeda en la parte sur de la cuenca. Los bajos niveles de agua en el Amazonas y sus afluentes han detenido la producción hidroeléctrica en la cuarta presa más grande de Brasil, han secado el agua potable, han aislado a cientos de comunidades que dependen de los ríos para su transporte y han provocado una mortalidad masiva entre los delfines de río y los peces.

Además de estos graves impactos, la sequía también se cruzó con la temporada de incendios en la zona, relacionada con actividades humanas como el uso del fuego para quemar maleza y rastrojos de cultivos y para despejar la selva tropical y conseguir nuevos terrenos para la agricultura o la ganadería.

Con condiciones tan secas, estos incendios intencionados se convierten a menudo en incontrolables y queman áreas forestales extensísimas, degradando la selva tropical y aumentando la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera.

Un grupo de científicos decidió estudiar qué factores están causando esta sequía récord, que está privando a las comunidades rurales y ribereñas más vulnerables del suministro de alimentos, de los mercados para sus cultivos y de los servicios de salud; que provoca apagones eléctricos debido a interrupciones en la energía hidroeléctrica; y que fuerza el racionamiento del agua en algunas zonas urbanas.

Una embarcación cruza lo que resta de las aguas en el Lago do Aleixo¡, en el Amazonas, en Manaos (Brasil).

Una embarcación cruza lo que resta de las aguas en el Lago do Aleixo¡, en el Amazonas, en Manaos (Brasil). / EFE / Raphael Alves

Fueron precisamente las poblaciones más vulnerables, los pequeños agricultores y las comunidades indígenas, rurales y fluviales de toda la región, las que sufren de forma desproporcionada los impactos de la sequía, debido a los altos índices de pobreza y a su gran dependencia de la producción agrícola de alimentos, la disponibilidad de agua dulce y la importación de bienes a través de los ríos.

Fuerte tendencia a la desecación

La exposición a los impactos de la sequía se vio agravada por las prácticas históricas de gestión de la tierra, el agua y la energía, como la deforestación, la destrucción de la vegetación, los incendios, la quema de biomasa, la agricultura empresarial, la ganadería y otros problemas socioclimáticos que han disminuido la capacidad de retención de agua y humedad de la tierra, empeorando así las condiciones de sequía, según recoge el estudio.

Los conjuntos de datos basados en registros meteorológicos revelan que la sequía es excepcional –incluso en el clima actual–, caracterizada como un evento de uno en 100 años para la sequía meteorológica (SPI) y de aproximadamente 1 en 50 años en la sequía agrícola (SPEI).

Mientras que en la sequía meteorológica existe una fuerte tendencia a la desecación, la tendencia en la sequía agrícola es aún más fuerte, lo que significa que esta sequía agrícola habría sido extremadamente rara en un clima más frío.

En primer lugar, los científicos evaluaron hasta qué punto El Niño es un factor impulsor de esta tendencia. Concluyeron que El Niño redujo la cantidad de precipitaciones en la región aproximadamente en la misma medida que el cambio climático; sin embargo, la fuerte tendencia a la sequía se debió casi en su totalidad al aumento de las temperaturas globales, por lo que la gravedad de la sequía que se experimenta actualmente se debe en gran medida al cambio climático.

Sequía en el Amazonas.

Sequía en el Amazonas. / EFE / Raphael Alves

Con el fin de evaluar si el cambio climático inducido por el hombre fue un factor determinante de esta sequía, y en qué medida, combinamos productos de datos basados en observaciones y modelos climáticos y analizamos la sequía meteorológica de 6 meses (SPI6), así como la sequía agrícola (SPEI6). "Comprobamos que la probabilidad de que se produzca una sequía meteorológica se ha multiplicado por 10, mientras que la sequía agrícola se ha vuelto unas 30 veces más probable", apuntan.

Creciente estrés hídrico

Utilizando el sistema de clasificación de seguimiento de sequías de Estados Unidos, basado en la sequía agrícola, lo que ahora se clasifica como ‘sequía excepcional’, sólo habría sido una ‘sequía grave’ sin los efectos del cambio climático, causado por la quema de combustibles fósiles y la deforestación.

"A menos que el mundo deje rápidamente de quemar combustibles fósiles y deforestar, estos fenómenos serán aún más frecuentes en el futuro. En un mundo 2°C más cálido que el de la era preindustrial, un acontecimiento como éste sería aún más probable por un factor adicional de 4 para la sequía agrícola (cada 10-15 años) y un factor adicional de 3 para la sequía meteorológica (cada ~30 años)", recoge el informe.

Aunque todos los países de la región afectada cuentan con planes de gestión de la sequía, las recientes sequías muestran la necesidad de "reformar las políticas e integrar mejor el apoyo proactivo a las previsiones y alertas tempranas, los planes de contingencia ante la sequía, las prácticas de gestión sostenible del agua y la inversión en infraestructuras para hacer frente a futuras sequías más intensas", exponen los autores.

La sequía coincidió en el Amazonas con la temporada de incendios, lo que convirtió a algunos en incontrolables.

La sequía coincidió en el Amazonas con la temporada de incendios, lo que convirtió a algunos en incontrolables. / Pixabay

Estos resultados ponen de relieve que, a pesar de la "baja confianza" en las previsiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre la sequía en la región, el creciente estrés hídrico provocado por el cambio climático inducido por el ser humano, así como por otros factores sistémicos, sigue siendo "una amenaza importante para la población y requiere esfuerzos urgentes para lograr estrategias más eficaces de gestión del agua, una respuesta humanitaria interdisciplinaria y una cooperación regional que incluya a los agricultores y a otras partes interesadas en la planificación", concluye el documento.

Informe de referencia: https://spiral.imperial.ac.uk/bitstream/10044/1/108761/7/Scientific%20Report%20-%20Amazon%20Drought.pdf

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