Llega el chorro polar y borrasca de alto impacto a la vista: ¿Viene Louis?

La semana empezó con el tiempo estable y unas temperaturas excesivamente altas para esta época del año, aunque a partir del miércoles se espera un cambio de patrón meteorológico, según ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), precisamente en el momento en que el invierno llega a su ecuador.

Así pues, hasta este miércoles se espera que un patrón meteorológico estable y anticiclónico sea predominante, con temperaturas suaves que superarán los promedios habituales. Las lluvias se concentrarán principalmente en áreas del Cantábrico, los Pirineos y las Islas Baleares, aunque serán poco significativas. La posibilidad de nevadas se limita a las regiones montañosas más altas del extremo norte.

Pero el jueves se producirá un bajón térmico por la entrada de una masa de frío polar y habrá posibilidad de nevadas importantes en los Pirineos y la cordillera Cantábrica sudoccidental.

Tiempo más invernal

Se espera que durante este periodo (desde el jueves 22 y en los días siguientes) el tiempo evolucione a una situación más invernal, con frentes atlánticos recorriendo la Península y Baleares, dejando cielos nubosos o cubiertos a su paso, y precipitaciones afectando a amplias zonas de la mitad norte peninsular, así como del sudeste y a Baleares, aunque sin descartar que acaben afectando a otros puntos del territorio.

Estas lluvias serán más abundantes en el Cantábrico y se darán en forma de nieve en áreas de montaña, siendo también posible nevadas en cotas más bajas. Las temperaturas descenderán de forma generalizada y acusada, con heladas ganando intensidad y extensión para acabar afectando a buena parte del interior de la mitad norte y tercio este peninsular.

El pronóstico meteorológico indica que el chorro polar podría fortalecerse y descender hacia latitudes más bajas, formando ondulaciones notables con un ramal particularmente intenso orientado de norte a sur, apuntando hacia la Península Ibérica con vientos alcanzando velocidades de alrededor de 180 km/h a una altitud de unos 9.000 metros.

En este escenario, una borrasca de gran intensidad llevará vientos del norte a partir del jueves, provocando un cambio drástico en las condiciones meteorológicas con un temporal atlántico caracterizado por vientos del norte. Las regiones más afectadas serán aquellas situadas en la mitad norte de la Península y en las Islas Baleares. Otras áreas más al sur podrían experimentar impactos, aunque en menor medida, especialmente en direcciones más sureñas y orientales.

Caída de temperaturas

El jueves 22, se espera que un primer frente frío ingrese por el noroeste de la Península, generando precipitaciones, nevadas y vientos de gran intensidad.

Para el viernes 23, se prevé que el frente frío avance hacia el Mediterráneo, intensificando el frío detrás de él y generando vientos aún más fuertes en gran parte del territorio peninsular.

Las temperaturas, que hasta el miércoles estarán en rangos primaverales de alrededor de entre 20 y 15º en las zonas peninsulares, experimentarán una caída en picado y se situarán en máximas de entre 7 y 10°C, o incluso inferiores. Este descenso será notablemente acentuado por la acción del viento, incrementando la sensación térmica de frío.

Con estas previsiones, existe la posibilidad de que una potente borrasca de alto impacto se forme cerca de la Península durante este fin de semana o un poco más adelante. Sin embargo, esta previsión está sujeta a cierto grado de incertidumbre. En caso de que se confirme y sea designada por los Servicios Nacionales Meteorológicos del sudoeste europeo, se le asignaría el nombre de Louis.