Julián estaba en la consejería del edificio cuando comenzó el incendio. En seguida intentó localizar el foco del fuego, pero no obtuvo respuesta. Pidió ayuda hasta que llegaron los bomberos. Y como capitán que no abandona su barco…no se lo pensó dos veces en arriesgar su propia vida para salvar la de los vecinos. Así que incansable…continúo ayudando desde fuera. Intensa labor que hoy sus vecinos agradecen emocionados. Ejemplos de auténticas hazañas que hacen que Julián se ha convertido en mucho más que un conserje...Ya es uno de los grandes héroes del vecindario.