En el interior de esa desolación, bomberos y Policía Científica encuentran los cuerpos de las nueve personas que no pudieron huir del fuego. Los equipos recorren cada una de las 138 viviendas. Inspeccionan cada rincón y entre paredes y suelos calcinados aparecen esas víctimas. Por el momento, una persona sigue sin estar localizada y se mantienen los trabajos de búsqueda. En la zona los médicos forenses ya trabajan en la identificación de los cuerpos y continúan las labores de comprobación de los edificios. Con drones y desde fuera se descartaba el riesgo de colapso. Desde dentro, planta a planta hasta llegar a las superiores, los bomberos revisan posibles daños en la estructura de hormigón y tratan de comprobar su resistencia. Durante la tarde han seguido refrescando algunos puntos y al llegar la noche, esta vez, el lugar de la tragedia se vuelve oscuro y negro.