Tiene 4 años, es un perro guía y se ha graduado en Trabajo Social. Desde hace dos años acompaña a su dueño, Arturo Díaz, invidente, a clase cada día. "Entra, se sienta, me mira y se duerme", dice Arturo, orgulloso de Idena. "Se lo merece como cualquier otro", asegura su dueño, que la considera una hija. Para Arturo, como para cualquier persona invidente, Idena son sus ojos, la ayuda que ellos necesitan para tener una vida completa. Estos perros guías hacen una gran labor con personas que necesitan ayuda. Por esta razón, Idena no se separa de su dueño y lo ha acompañado a clases todos los días, durante todo el curso. Cuando el fotógrafo que les hace la orla, Marcos Toledo, lo propuso. "Hombre ha estado en clase, en cuanto lo vi digo esta perra tiene q salir en la orla", dice.