Pato confiesa cómo llegó al Villarreal: "Diseñé mi propio fichaje"

El futbolista brasileño repasa diferentes anécdotas de su carrera en una entrevista

Alexandre Pato celebra un gol con la camiseta del Villarreal

Alexandre Pato celebra un gol con la camiseta del Villarreal / EFE

Alexandre Pato, exjugador del Villarreal, ha vivido una trayectoria muy peculiar en el fútbol. El atacante brasileño, que tiene 32 años y ahora milita en el Orlando City, ha confesado diferentes anécdotas de su carrera deportiva en The Players Tribune. Entre otros episodios, revela cómo fue su llegada al Submarino.

La carrera del carioca siempre se ha visto afectada por las lesiones. "Perdí la confianza en mi propio cuerpo. Me asusté de lo que la gente diría de mí. Estaba hinchado como una pelota, pero no quería defraudar al equipo", explica. "Una vez jugué contra el Barcelona después de ver a un médico en Atlanta. Estuve en un avión durante 10 horas y tuve una sesión de entrenamiento. ¡Claro que me lesioné!", reveló también.

Pato además, habló de su relación con los medios de comunicación: "Cuando la prensa escribía mentiras sobre mí, no tenía a nadie de relaciones públicas. Debería haber aclarado las cosas, pero nunca entendí la importancia de comunicar bien y construir relaciones. Me dijeron que solo importan los resultados en el campo. Esto simplemente no es cierto".

Las vueltas que dio Pato hasta su fichaje por el Villarreal

"Viajé por el mundo, hombre. Vi a todos los médicos que valía la pena ver, y algunos más. Un tipo en Atlanta me hizo colgar boca abajo mientras me daba vueltas. ¿Diagnóstico? Mis reflejos no estaban alineados con mis músculos. Un médico en Alemania me inyectó un líquido por toda la espalda; al día siguiente estaba caminando por el aeropuerto de Múnich encorvada por el dolor. Un médico me clavaba 20 agujas todas las mañanas y todas las noches. Podría seguir para siempre", comparte Pato.

En verano de 2016, Pato estaba en el Corinthians y quería cambiar de aires para marcharse a Europa, así que hizo "algo que nunca antes había hecho". El método fue llamar a Daniele Bonera, excompañero suyo en el Milan y en ese momento jugador del Villarreal. A través de él se puso en contacto con Marcelino García Toral, entonces técnico groguet, que dio el visto bueno a su incorporación. "Contactos, relaciones, así funcionaba el juego".

Tras ello, el brasileño vivió una etapa poco fructífera en Vila-real y a los seis meses se marchó al Tianjin Tianhai de la Superliga China. Desde entonces su carrera es diferente: se centró en la salud mental y cambió su filosofía de vida. Pese a todo, está satisfecho con el camino recorrido: "No me arrepiento".