Un frío Submarino se congela en La Cerámica (0-0)

Los de Marcelino no fueron capaces de vencer al Maccabi Haifa en la penúltima jornada y están obligados a traerse el triunfo de Francia ante el Rennes para ser primeros

El conjunto groguet pasó el trámite del partido aplazado por la guerra en Gaza, pero perdió a Baena y Comesaña, lesionados

El conjunto groguet pasó el trámite del partido aplazado por la guerra en Gaza, pero perdió a Baena y Comesaña, lesionados / EFE

Manel J. Ghelli

Manel J. Ghelli

Fría noche en Vila-real, tanto en el ambiente como en el juego. El Submarino tenía la opción de llegar a la última jornada empatado a puntos con el líder del grupo, el Rennes, al que ahora le vale el empate ante el Villarreal para ser cabeza de serie. En un partido en el que los groguets tenían poco que ganar, perdieron por lesión a Baena y Comesaña, pero vieron como Coquelin empezó a coger ritmo de cara al tramo clave del curso. 

Comenzó el partido con intención el Submarino. Llevando la batuta del juego y dominando el centro del campo con un enérgico Comesaña, un potente Capoue y un cerebral Trigueros, que fue el capitán y está siendo un fijo en Europa mientras descansa en Liga. A pesar del claro control del cuero, la primera ocasión llegaría a balón parado, con un saque de esquina botado al corazón del área de castigo y que era rematada por Comesaña, que se elevó más que nadie hacia el cielo de Vila-real para girar en exceso el cuello y mandar el balón rozando el poste. Era el primer aviso, que sería el preludio de los mejores minutos de los groguets. No tardaría en llagar la más clara. Y es que Ben Brereton Díaz marcaba su segundo gol en dos partidos, y el segundo que le anulaban. Esta vez no sería culpa suya. Baena, antes de ceder el balón para que el chileno rematase a placer, recibía el balón en posición antirreglamentaria.

Empezaba a crecer el cuadro de Marcelino en el partido, volcando el ataque por el costado diestro que amenazaba una vez tras otra Ilias Akhomach, que en el minuto 25 le dio el segundo susto al Maccabi gracias a un gran desmarque, aderezado de un buen control, que sin embargo no pudo culminar con un gran remate, disparando demasiado desviado de la portería visitante. 

Cuando mejor estaba el Villarreal en el partido llegaba el primer susto del Maccabi en forma de error de Reina que le entregó el cuero al jugador rival, que no alcanzó a rematar dirección portería. Insufló de energía al cuadro macabeo la ocasión, subiendo la presión sobre la defensa grogueta e incomodando la salida de balón. La primera mitad moriría sin que pasase nada más, consiguiendo los visitantes enfriar el partido, sin encontrar soluciones el Submarino. 

Un dibujo de partido que se extendió a la segunda mitad, con tímidos acercamientos de ambos equipos, pero sin crear peligro real sobre las metas. 

Salvo varios disparos desde la frontal sin peligro de Ilias y de Gerard Moreno, que entró en la segunda mitad para tratar de ponerle magia al encuentro, apenas hubo sustos reseñables. El Submarino lo intentaba, pero el balón se desplazaba demasiado lento y previsible como para hacer daño. Era todo un ‘casi’, incluso la más clara del Maccabi, que fue un casi remate. Un centro lateral tenso se paseó por el área amarilla sin poder ser impactado por Pierrot. El ariete visitante, incomprensiblemente, no pudo conectar el cabezazo para hacer el 0-1. 

Por su parte el Villarreal tampoco fue capaz de concretar remates de peligro. Saldría Coquelin por el lesionado Comesaña, que se llevaba una sonora ovación de los asistentes anoche al Estadio de la Cerámica, y tendría la más clara de la segunda mitad. El francés engatilló un balón muerto dentro del área a la salida de un córner con una sensacional bolea que obligó a estirarse de manera felina al guardameta macabeo. Pobre partido del Submarino que se tendrá que jugar el primer puesto en Francia ante el Rennes, líder del grupo y al que le vale el empate.