El 2-1 del Valencia derivó en bronca en el vestuario del Real Madrid el pasado miércoles, en el choque disputado en Mestalla. El rifirrafe tuvo a Zinedine Zidane y a los capitanes del conjunto merengue, con Sergio Ramos a la cabeza, como protagonistas: el de Camas pidió al técnico que cuidara sus declaraciones sobre el equipo, al que había acusado de "falta de entrega" minutos antes en rueda de prensa.

El mosqueo lo ha desvelado OK Diario, que asegura que el incendio no ha ido a más en los últimos días. Cuatro días después, Zidane alabaría la capacidad de reacción de sus jugadores en la polémica remontada conseguida en el Estadio de la Cerámica.