Joaquín Caparrós viajará este sábado a Utrera por un tema personal pero no para reunirse con el Sevilla, según ha aclarado oficialmente a través del Levante UD horas antes del partido de esta noche contra el Valladolid.

Con la intención de apagar un fuego que empezaba a correr como la pólvora en la expedición, el club ha querido salir oficialmente al paso para desmentir que Caparrós vaya a entrevistarse con el presidente del Sevilla, José Castro. Una cita que según publica hoy el 'Diario de Sevilla' iba a producirse en Utrera, donde el actual técnico granota escucharía "de primera mano" el proyecto que el club hispalense está dispuesto a ofrecerle de cara a la próxima temporada. El rotativo incluso desgrana que el exjugador Pablo Alfaro formaría parte de su cuerpo técnico y que Caparrós ya maneja otra oferta "irrechazable" procedente de la Fiorentina.

A escasas horas del partido contra el Valladolid, Caparrós se encuentra concentrado a estas horas con el equipo. Sin embargo, lo cierto es que más allá del desmentido, en Orriols tienen claro que el futuro del míster andaluz está lejos de Valencia. Que hace unas semanas se comprometiera con un nuevo representante, Juanma López, quien gestiona en España los intereses del fondo de inversión Doyen, se interpretó como un punto de inflexión que apunta a su intención de cambiar de aires y que su buena temporada a nivel de resultados le sirva de trampolín. Curiosamente, los cambios de agente de Caparrós han sido casi siempre la antesala de su aterrizaje en un nuevo equipo.

Los caminos de Caparrós y el Sevilla se aproximan desde hace varias temporadas, pese a que ya han pasado 14 desde que estuvo allí. Sin embargo, la posibilidad de que se reencuentren ha cogido más fuerza que nunca y la relación personal entre el míster y Castro, sustituto de Del Nido y natural también de Utrera, no hace más que confirmarlo. El exvalencianista Emery ya tiene fecha de caducidad en Nervión, que al mismo tiempo se erige como posible destino para Keylor Navas.

Caparrós firmó contrato con el Levante sólo por una temporada, ya que rechazó vincularse una segunda en la que habría tenido que comprometerse a reducir drásticamente su ficha en caso de descenso. A principios de temporada ambas partes pronosticaron que se sentarían a negociar "en un par de meses", pero la pregunta sobre su continuidad ha ido haciéndose cada vez más incómoda para ambas partes, especialmente para el entrenador. A día de hoy existe una entente cordiale para posponer las conversaciones al objetivo de la permanencia, que por otra parte se vislumbra ya a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no es en clave granota en la que se interpreta el futuro del entrenador.