David Silva abandonó la Ciudad Deportiva con un gesto de alivio. Después de una larga mañana de exámenes médicos, el mediapunta del Valencia pudo driblar la temida rotura de los ligamentos que tiene afectados en su rodilla. Si la recuperación va por los cauces normales, a principios de 2010 ya estará de nuevo a disposición del técnico Unai Emery. Tras analizar la resonancia magnética a la que fue sometido el jugador en el Hospital 9 d´Octubre, Jordi Candel, jefe de los servicios médicos del club, desveló que Silva padece un esguince de grado II en el ligamento lateral interno y una distensión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.

Preguntado por el estado de ánimo del futbolista grancanario, el doctor Candel alertó de que la lesión podía haber sido mucho peor. «Debe estar fenomenal y feliz porque podía haber sido una lesión grave con una rotura de ligamento cruzado anterior, pero la rodilla le ha aguantado bien y el mecanismo de producción es bueno, gracias al trabajo preventivo de los preparadores físicos y fisioterapeutas. Si la rodilla no estuviera tan potenciada, se habría producido la rotura», dijo el galeno.

Ante el Madrid, sin el canario

Una rotura del ligamento cruzado anterior hubiese significado seis meses de baja, un tiempo que podría haber hecho peligrar hasta su presencia en el Mundial. La fractura del lateral interno lo hubiese alargado a prácticamente tres meses. Pero la musculatura de refuerzo en su rodilla, unida a esa pizca de suerte necesaria en estos casos, han ayudado a que los ligamentos no se hayan fracturado. El tiempo de recuperación estimado es de cuatro semanas, por lo que se perderá los partidos frente a Athletic, Real Madrid y Deportivo antes del parón y, probablemente, el primer duelo del próximo año ante el Espanyol, además de los dos compromisos que restan en el grupo B de la Euroliga. «En un mes podría estar trabajando al 100%, si la evolución es correcta», concluyó Jordi Candel.