Hasta el próximo año. El Chori Domínguez estará entre tres y cuatro semanas de baja tras confirmarse que sufre una rotura fibrilar de un centímetro en el bíceps femoral de su pierna izquierda. El argentino, que se lesionó en el encuentro de Liga de Campeones ante el Manchester, se perderá los dos próximos encuentros de Liga, ante Osasuna y la Real Sociedad, así como el partido de ida de Copa del Rey frente al Villarreal. Dependiendo de la evolución, el mediapunta podría regresar en el primer partido de 2011, ante el Espanyol —llegaría un poco justo—, o bien en el duelo contra el Levante del próximo nueve de enero.

El argentino se sometió el viernes a diversas pruebas para ver el alcance de la lesión que se produjo el pasado martes en Old Trafford. Las pruebas confirmaron el diagnóstico de la primera exploración, que apuntaba a una rotura en el bíceps femoral de su pierna izquierda. El jugador argentino notó un pinchazo en el muslo durante el encuentro en el Teatro de los Sueños y no pudo seguir jugando, en uno de sus mejores partido con la camiseta del Valencia. Una baja importante para el conjunto blanquinegro, sobre todo después de recuperar al jugador tras un inicio de temporada complicado, en la que el cuerpo técnico le reclamó una mayor implicación en el equipo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. El mediapunta regresaba en Old Trafford a la titularidad después de más de un mes de ausencia en el once inicial.

El Chori no fue el único ausente en el entrenamiento del viernes en Paterna por problemas físicos. Tampoco entrenó junto al resto de sus compañeros Roberto Soldado con una sobrecarga en los isquiotibiales, que no deberían impedirle disputar el encuentro del lunes en Mestalla. Su baja en el entrenamiento del viernes, como también la de Vicente Guaita, fue por precaución.