El Valencia CF se resiste a quedarse parado. Más allá del proceso de venta y de los problemas de planificación que conlleva a todos los niveles, la actual dirección deportiva tiene su propia hoja de ruta y se está moviendo para intentar sentar las bases de las renovaciones más ‘urgentes’.

Con las limitaciones y la incertidumbre que genera el contexto, el club trabaja con la intención de meter mano a la prolongación-mejora de contrato de los jugadores importantes que terminan contrato en 2015. Los dos casos más significativos son los de Diego Alves y Juan Bernat. Por su buen momento de forma, cada partido que juegan su cotización aumenta y ambos pueden convertirse en gangas del mercado en caso de no llegar a un acuerdo. Aquí el tiempo juega claramente en contra el Valencia, ya que caso de que la negociación se enquiste, los dos estarían ‘libres’ para negociar en cuestión de diez meses. Como describía Superdeporte en su edición del martes, en el Valencia hay cosas más importantes ahora, pero arreglar la situación de algunos futbolistas empiezas a ser urgente.

El mensaje que traslada el club es que están metidos en faena. Rufete está trabajando en ello, aunque por el momento, el único movimiento ‘oficial’ se ha hecho por Juan Bernat. El canterano emerge como uno de los laterales izquierdos con más porvenir del planeta. Inter, Nápoles, Real Madrid, Manchester United, Chelsea… La lista de pretendientes va en aumento y su clausula de rescisión —20 millones de euros— no supone una inversión de locura para las grandes fortunas del fútbol europeo, cuando además se trata de un jugador de 21 años.

La opción de esperar para que el Valencia logre estabilidad juega en contra de los propios intereses del equipo. La llegada del nuevo propietario no tiene pinta de resolverse corto plazo. Eso afecta de forma directa al proyecto, porque el mercado se mueve y se mueve mucho.

Rendimiento al alza

Antonio Barragán es otro de los futbolistas cuya progresión más está gustando entre los técnicos. El lateral derecho también termina contrato en 2015 y aprovechando el partido en el Sánchez Pizjuán se les comunicó esa satisfacción con el rendimiento de Antonio. No se habló de renovación, pero sí se emplazaron para una reunión futura. Las próximas semanas pueden resultar determinantes y pueden marcar tendencia. Siempre a la espera de los parámetros del propietario futuro del Valencia CF.