Marcelino quedó encantado con la reconstrucción que el club llevó a cabo durante el verano, pero le faltaron un par de remates. Las dos primeras maniobras relámpago en este mercado de invierno recalcan el déficit solventado: un delantero y un mediocentro. El entrenador asturiano es un poco más feliz y está más seguro con Luciano Vietto y Francis Coquelin. No hay plantilla perfecta, pero la del Valencia es un poco más redonda ahora. En la sala de máquinas y en la delantera se han doblado posiciones. En agosto, Marcelino trabajó hasta el último instante para sumar otro hombre gol a la terna Rodrigo-Zaza-Mina; ya lo tiene. Justo como al técnico más le gusta: cuatro delanteros compatibles y distintos para poder combinar y componer diferentes fórmulas. El objetivo: sorprender al adversario, descomponer todo tipo de defensas, agitar partidos desde el banquillo y mantener una cota de intensidad alta durante los 90 minutos.

"Tenemos cuatro delanteros, tres han ofrecido un nivel sobresaliente y se ha incorporado Lucho que lleva un rendimiento bueno en dos partidos. Todos van a salir beneficiados con esa competencia interna, sobre todo el Valencia. Intentaré ser lo más justo posible... este mes con partidos cada tres o cuatro días, los delanteros van a tener esa competitividad". Contar con Rodrigo, Simone Zaza, Santi Mina y Vietto no va a generar problemas. Al contrario, va a resultar una bendición. Marcelino tiene claro lo que quiere: todos van a participar, todos van a sentirse importantes y todos van a sumar. Rotarán, se mezclarán y apostará por una pareja u otra dependiendo del rival o la carga de minutos. Incluso puede que jueguen los cuatro, como sucedió en Riazor. Los va a exprimir al máximo. Esa va a ser la dinámica. Ahí está su trayectoria. El míster lo ha hecho siempre, desde sus comienzos en el Sporting o el Recre hasta su última temporada en el Villarreal.

Pressing y organización

Dentro del 4-4-2 de Marcelino, el movimiento de los delanteros es clave porque aporta profundidad y verticalidad, también amplitud. Abarcan mucho campo. Una de las premisas es poner el balón en campo contrario cuanto antes y avanzar, verticalizar; ahí los dos puntas son una referencia básica para los centrocampistas, fundamentales para activar el contragolpe y armar la salida organizada o directa. El Valencia juega con la dificultad de tener un hombre menos en la sala de máquinas, pero con los dos delanteros genera una situación de dos contra dos en la zona defensiva del rival que multiplica las dudas. Su función es determinante, con y sin balón. El Valencia es muy fuerte en las transiciones, por eso. La presión y la recuperación tras pérdida son dos de los vertebradores esenciales en la estructura y la acción comienza en los delanteros. No es una posición cualquiera, más allá del gol.

El trabajo de Mina sobre Albentosa en la salida del Depor cristalizó en el 0-2 por causalidad. Marcelino empezó a construir este Valencia desde la defensa y la organización en el repliegue, pero los mecanismos que ha desarrollado en Paterna para el ataque rápido tienen valor añadido. Todo eso explica una parte del rendimiento extraordinario y los números de Zaza, Santi Mina y Rodrigo o aclara la resurrección de Vietto.

La mejor delantera de siempre

Con la segunda vuelta abierta, Rodrigo suma once goles, Zaza va por diez, Mina está en ocho y Vietto firmó un hat-trick en su segundo partido. El italiano y el argentino mezclaron de maravilla ante Las Palmas en Copa y pueden repetir ante el Alavés. En Riazor fueron titulares Rodrigo y Mina, decisivos. Cada uno con su estilo propio. Santi pone físico y llegada (gran aportación en segundas partes). Rodrigo cabalga y trabaja. Simone es el genio distinto. Y Lucho es el instinto y la definición. Los tres primeros están en cotas de rendimiento máximo; están en pleno salto de calidad y no se adivina techo. El modelo, la estructura, la confianza, los perfiles. El Valencia tiene el segundo mejor ataque de LaLiga (40 goles) sólo por detrás del Barça (52). Parejo, Carlos Soler, Kondogbia, Gonçalo Guedes, Andreas Pereira, Gayà... También suman como lanzadores, asistentes y goleadores. Marcelino no siempre tuvo grandes nombres, pero sí los perfiles adecuados. El Valencia es otro nivel. Vietto ya conoce el efecto que el míster asturiano ejerce. ¿Será esta su mejor delantera de siempre?