El entrenador de Inglaterra, el italiano Fabio Capello, pidió perdón a los aficionados por la mala actuación de la selección nacional en el Mundial de Sudáfrica y dijo que el problema de sus jugadores es de mentalidad. Capello pidió disculpas a los aficionados, especialmente a los que viajaron a Sudáfrica para seguir a los "pross": "perdón a los aficionados, porque la actuación no fue buena. Sabemos que se gastaron mucho dinero y tiempo para apoyarnos en Sudáfrica".

En conferencia de prensa ante el partido amistoso que Inglaterra jugará el miércoles en Wembley contra Hungría, el primero desde Sudáfrica, el técnico italiano hizo propósito de enmienda, aunque reconoció que no sabe qué hacer para que los jugadores que convoca se convenzan de que pueden ser más competitivos. "Cuando juegas un Mundial, tienes que llegar en una condición física realmente buena", explicó Capello, quien argumentó que "no estuvimos tan frescos como en los partidos que jugamos antes del Mundial", pero que por encima de eso subrayó que en una competición así "lo realmente importante es la mentalidad de los jugadores".

"No jugamos con confianza, sino con miedo. No sé qué tenemos que hacer para mejorar la mentalidad de los jugadores", añadió Capello, quien comparó la actitud de sus jugadores cuando fueron eliminados (4-1 contra Alemania en octavos) con la de Holanda en cuartos frente a Brasil o la de España frente a Paraguay en la misma ronda.

Capello, que previsiblemente no será bien recibido por los aficionados el miércoles, pidió ser constructivos y aprovechar que "cada experiencia es importante para los jugadores y el entrenador". "Yo aprendí mucho", dijo el entrenador, quien manifestó sentirse capacitado "para hacer algo por este equipo".

En cuanto a la reciente polémica por la convocatoria de dos jugadores que posteriormente renunciaron a la selección-el defensa Wes Brown, del Manchester United, y el portero Paul Robinson, del Blackburn Rovers-, negó que hubiera un problema de comunicación. "Acepto las decisiones. Robinson nos llamó y nos dijo que se quería quedar en casa. Hablé con Brown aquí (en el hotel de concentración). Le expliqué que no le seleccioné para el Mundial porque no había jugado en los dos meses anteriores y que esta vez lo hacía porque había jugado todos los partido de pretemporada", dijo. "Pero el me dio las gracias y me dijo que había decidido que prefería quedarse en casa -continuó Capello- y uno tiene que aceptar lo que (los jugadores) quieren hacer".

Lo ocurrido con Brown y Robinson ha generado críticas en la prensa inglesa, que cuestiona la conveniencia de que Capello siga al frente del equipo nacional, al menos hasta la Eurocopa de 2012, y le acusa de haber perdido la confianza de los jugadores.

A Fabio Capello se le acumulan los problemas

Fabio Capello acumula problemas y polémica en Inglaterra, donde su capacidad para liderar la selección nacional se cuestiona de manera creciente, pese a que fue ratificado en el cargo tras la mala actuación del equipo en el Mundial de Sudáfrica. El decepcionante paso por Sudáfrica, donde Inglaterra cayó en octavos de final ante Alemania (4-2) tras una pésima primera fase, puso al italiano contra la cuerdas, pero la Federación Inglesa (FA) le garantizó seguir en el puesto al menos hasta la Eurocopa de 2012.

Las aguas parecían tranquilas desde entonces, pero el amistoso que Inglaterra disputará este miércoles ante Hungría en Wembley, la primera cita de los aficionados ingleses con sus jugadores tras el fiasco del Mundial, ha vuelto a poner a Capello en el disparadero.

El técnico italiano convocó para ese partido al defensa del Manchester United Wes Brown y al portero del Blackburn Rovers Paul Robinson, pero ambos anunciaron poco después que renunciaban y que ponían fin a su carrera internacional con la selección. Brown (30 años y 23 partidos como internacional) comunicó personalmente a Capello su decisión en el hotel de concentración de la selección y argumentó que quería "dejar paso a los jóvenes". "Considero un honor y un privilegio haber representado a mi país en todas las categorías desde los sub-15", declaró Brown, que no estuvo en la lista de participantes en el Mundial de Sudáfrica. El anunció de Brown sucedió al de Robinson (30 años y 41 partidos como internacional), que también decidió renunciar a la selección, cansado de no jugar, una situación que previsiblemente iba a afrontar frente a Hungría, por detrás de Joe Hart y Ben Foster. "No me veo en el papel de portero número tres o número cuatro. Encuentro muy frustrante ese papel", manifestó Robinson. El portero no ha jugado con Inglaterra desde que Capello se sentó en el banquillo inglés hace dos años y medio, pese a los muchos problemas que tiene el equipo para encontrar un meta con garantías.

Los anuncios de Brown y Robinson, después de Capello hiciera pública su lista, cuestionaron sobre todo el nivel de comunicación del entrenador con los jugadores, algo que ya quedó de manifiesto cuando Paul Scholes reveló por qué no estuvo en Sudáfrica. Antes del Mundial, Capello dijo que el veterano centrocampista del Manchester United había renunciado por cuestiones personales, pero tras la eliminación de Inglaterra Scholes explicó que dudó hasta el último momento sobre su presencia en Sudáfrica y que la falta de una llamada personal del entrenador fue lo que le decidió.

La falta de comunicación quedó de nuevo en evidencia el domingo, al término de la final de la Community Shield disputada en Wembley por el United y el Chelsea (3-1), cuando en la ceremonia de recogida de trofeos Michael Carrick saludó al técnico y pareció preguntarle por qué no estaba en la lista para el partido contra Hungría.

Tras una breve conversación, Carrick se alejó y Capelló hizo un gesto con la mano indicando que le llamaría por teléfono. La fotografía está en toda la prensa británica junto a otra instantánea de momentos antes, que también ha dado lugar a una intensa controversia ya que se puede ver al lateral del Chelsea Ashley Cole pasar de largo junto a la tribuna de autoridades mientras Capello le tiende la mano derecha para saludarle. El Chelsea negó de inmediato que Cole, que es uno de los fijos de Capello en el 11 inicial de Inglaterra, ignorara deliberadamente al entrenador y que si no le saludó fue porque segundos antes se había resbalado en las escaleras que llevan al palco, donde iba a recoger su medalla como finalista de la Community Shield.

En este contexto, y aunque públicamente los jugadores respaldan a Capello, los medios británicos aseguran que hay un fuerte mar de fondo en el vestuario, como se vio parcialmente durante el Mundial.

Tras los dos decepcionantes primeros partidos, en los que Inglaterra empató con EEUU (1-1) y con Argelia (0-0), el defensa del Chelsea John Terry, uno de los pesos pesados de la selección, criticó implícitamente el sistema y pidió públicamente la alineación del extremo Joe Cole para dar más profundidad al equipo. Cole salió al final del tercer partido contra Eslovenia para sustituir a un lesionado Rooney, pero la victoria (1-0) que permitió el pase a octavos apagó la polémica. Hasta ahora.