Maganto compró el paquete accionarial de Castellnou y ahora afronta unos días claves. Dos caminos puede tomar: abandonar el club —posibilidad con la que se especula fuertemente— o pagar la deuda y asumir el control total en la Segunda División B. Las próximas 48 horas se antojan determinantes para saber la vía que definitivamente coge Maganto. De momento, el grupo continúa analizando toda la documentación y esperando el resultado de la auditoría. Para mañana, o el martes a más tardar, tienen previsto mantener un cónclave con el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, y la concejala de deportes, Begoña Carrasco, para acercar posturas. Algo que parece complicado a tenor de lo vivido en los últimos días.

El pesimismo se ha instalado en Maganto por varios motivos: primero porque se teme que la situación económica del club sea peor aún de lo que en un principio imaginaban, y segundo por el distanciamiento existente con las instituciones. La última prueba de ello fueron las declaraciones del presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, quien volvió a arremeter contra los nuevo propietarios al sospechar que todo es una maniobra de Castellnou. Algo que Isidro Flausino, portavoz de Maganto, volvió a desmentir ayer. Esta empresa, que también ha solicitado un préstamo a una entidad bancaria, sabe que no puede estar a malas con las instituciones y de ahí a la reunión que quieren tener. En el cónclave, Maganto intentará hacerles ver que todos necesitan remar en la misma dirección para salvar el club, y dejar muy claro también que Castellnou es agua pasada. Al Consistorio le intentarán plasmar la delicada situación económica del Castellón y le presentarán su plan de viabilidad.

Dicho encuentro será muy aclaratorio. Maganto abandonará el barco si sale malparado del cónclave o si los resultados de la auditoría son negativos. El grupo tiene previsto ofrecer una rueda de prensa o emitir un comunicado el próximo martes o miércoles.

El proyecto deportivo estaría prácticamente perfilado

Maganto se marchará o se quedará pero, al margen de la decisión definitiva, se está trabajando de manera encomiable en lo que sería el proyecto deportivo perteneciente al ejercicio 2011/12. Los nuevos propietarios lo están dando todo. El grupo llegó a un acuerdo con Toni Aparicio para que sea el entrenador. Un pacto entre las partes que se fraguó la tarde-noche del pasado jueves. No es el único movimiento que se ha producido en la parcela deportiva. El secretario técnico Pepe Heredia y representantes de esta empresa tendrían ya perfilada el 70 por ciento de la plantilla. Al parecer, hay apalabrados unos 12 fichajes —en la mañana de ayer hubo una reunión en Valencia donde se encarriló la llegada de varios futbolistas—. Si Maganto paga y sigue en el club la pretemporada daría comienzo el próximo lunes 18 de julio.