UEFA NATIONS LEAGUE

Francia gana, España no pierde y el VAR da vergüenza (2-1)

Una jugada polémica permite a la selección gala llevarse una Nations League marcada por un gol que no debió subir al marcador

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Un fuera de juego como una casa condicionó un espectáculo fantástico en San Siro. Todo lo que pasó en Italia acabó oculto por un arbitraje para olvidar y una interpretación de una jugada que no existe. El gol de Mbappé no debió subir al marcador y eso lo saben hasta los jugadores franceses, quienes se encontraron con una selección española fantástica y que solo pudo caer derrotada por la ayuda de Anthony Taylor.

El colegiado inglés fue protagonista negativo y por su culpa no se hablará en exceso durante esta semana del gran gol de Oyarzabal, del golazo de Benzema o de la fantástica puesta en escena de España. Porque fútbol hubo y de calidad.

España empezó el partido como lo terminó contra Italia. Presión alta, robo en campo rival y tratando de dominar y someter al rival. Pogba y Tchouameni no sabían cómo frenar a Gavi, Busquets y Rodri, con una primera parte magistral. Luis Enrique, en otro detalle de pizarra 'top' puso a Ferran como extremo, a diferencia de las semifinales, y a Theo Hernández prácticamente no se le vio en zona ofensiva.

En definitiva, el partido estaba donde quería España. Y la primera estuvo a punto de caer del lado de La Roja. Sarabia tuvo la oportunidad perfecta para hacer el 1-0 para la selección pero su golpeo con la derecha fue demasiado flojo. De hecho, en la primera parte, los de Luis Enrique dieron una exhibición más allá de las ocasiones, y en especial un Busquets imperial.

Segunda mitad: de menos a más y golpe final

El segundo tiempo cambió ligeramente. Deschamps activó a los suyos y les obligó a la presión, algo que duró prácticamente quince minutos en los que España no estaba tan cómoda. A la selección le costó encontrar el pase con tanta facilidad pero con el paso del tiempo se fue sintiendo más cómoda.

Y esos desmarques al espacio ponían en apuros a los centrales, en especial a Koundé y Upamecano. El del Bayern Múnich se citó con Oyarzabal en una de esas y el atacante de la Real Sociedad le destrozó con gran facilidad. Dejó correr el balón, le ganó el espacio y con la derecha se la acomodó para finiquitar con izquierda.

El 1-0 ya era una realidad. Poco le duró a la selección la alegría a los de Luis Enrique. Benzema se inventó un golazo para poner el empate y unos minutos después llegó la vergüenza. Mbappé marcó en claro fuera de juego. La norma, y quien no lo crea que se revise lo que dice la IFAB, así lo demuestra. Y eso se cargó el partido y una final con un juego sensacional y con dos equipos que honraron la competición. Al final, Francia ganó, España no se marchó derrotada ni mucho menos y el único que sí tiene que salir sonrojado es el VAR. Menudo papelón ayer.