Ferran mueve montañas (2-1)

El delantero de Foios abre el camino de la paciente victoria de España frente a Albania y ya es, con 22 años, el máximo goleador valenciano de la historia de la Roja

Así fue el gol de Ferran Torres ante Albania

Teledeporte

Vicent Chilet

Vicent Chilet

La conexión de Ferran Torres con la selección española sigue aumentando y puede con todo. Incluso con el trabajadísimo dispositivo defensivo que plantó Albania, que convirtió la fiesta en las gradas de Cornellà en un largo ejercicio de paciencia. El delantero valenciano del Barcelona abrió en el minuto 75 el camino de la victoria de España contra un rival sin tanta tradición internacional pero cargada de un italianizado oficio.

El jugador de Foios acumula 13 goles en 23 partidos con el combinado nacional. Una media de 0’5 goles por encuentro que le sitúa en el promedio de los atacantes de época. De momento, tal y como destacó Pedro Martin ya es el máximo goleador valenciano de la historia de la Roja, dejando atrás a Paco Alcácer, con 12 dianas, los 9 goles del “mago” Gaspar Rubio y los 8 de Maceda.

Con solo, conviene recalcarlo, 22 años. El triunfo final, no obstante, tuvo la rúbrica final de Dani Olmo, que solventó con una delicatessen en el último minuto del partido el accidentado empate de unos minutos antes de los albaneses. El conjunto de Luis Enrique sigue haciendo callo de cara al Mundial.

Desde el primer minuto, en el que Gavi trató de colarse entre los centrales con una ruleta, España se fue a por el partido, empujada por el ambiente festivo en Cornellà. Ante un rival muy bien organizado en defensa, con una base en defensa experimentada en la liga italiana, la selección de Luis Enrique movía la pelota con mucha rapidez, pese a atacar en estático, y también jugó la carta del desborde individual, con Sarabia o Ferran Torres.

La primera ocasión del partido fue suya, al recortar en diagonal hacia el área y superar a un par de contrarios. Casi sin ángulo, pateó fuerte al palo corto y Berisha desvió a córner como pudo, con el pecho. Los intentos de la Roja, con una posesión abrumadora, chocaban contra las piernas de los defensas albaneses.

Con mucho oficio atrás, Albania se estiró con contragolpes propios de carreras de cien metros lisos, frecuentemente por la banda derecha, con el rayista Iván Balliu y Broja como protagonistas. Intentos que acababan sin remate, con buenas anticipaciones del portero debutante David Raya y con un posible penalti por agarrón de Pau Torres que el seleccionador Edoardo Reja reclamó desde su área técnica. Con otra aproximación de Pedri, con un remate mordido, acababa el peligro de España en la primera parte.

En la segunda iba a ser necesario, además del dominio abrumador de la pelota y todas las buenas intenciones, un punto mayor de agresividad y empezar también a probar fortuna desde la media distancia, con un contrincante tan abrigado en su área. En esa especialidad, Rodri es un experto, y en los dos primeros minutos de la reanudación cazó un rechace y una finalización, rechazados por Berisha y un defensor, que trasladaron no solo ya dominio, sino una sensación de peligro mayor.

Poco después, era Sarabia quien enganchaba una media tijera. Aumentaba la temperatura en el RCDE Stadium, cuando desde la megafonía se anunció el número de espectadores en el regreso de la selección a Cataluña, pero nada descomponía Albania, ni le hacía perder la paciencia.

Media hora para disfrutar con Carlos Soler

Con casi media hora por delante entraron los primeros cambios, con Dani Olmo, Jordi Alba y el valencianista Carlos Soler, con el 5 a la espalda, como los mediocentros argentinos. El siguiente en salir, Yeremi Pino, sería decisivo para abrir finalmente la lata. El jugador canario atacó la salida de balón de Albania, y transformó el robo en un sutil pase al espacio para Ferran Torres, que justo un minuto antes había dispuesto de un taconazo y que había sido el futbolista de la Roja más perseverante. El jugador de Foios, en posición de nueve, cruzó ante la salida de Berisha. Un tanto que le permite hacer historia.

El tanto del atacante del Barça no iba a ser suficiente. El desenlace se torcía con una afortunada carambola que permitió a Uzuni empatar la contienda, al rebotarle en la cara un pase de cabeza de Pau Torres que pilló descolocado a David Raya, que había salido de la portería para ofrecer al central de Vila-real un apoyo.

Casi sin tiempo, lo que había costado una hora y cuarto levantar con el 1-0, se pudo reconstruir en cuestión de pocos minutos. En el 90, Dani Olmo recogía un servicio de Jordi Alba y, congelando las pulsaciones, mandó un suave derechazo al palo largo de Berisha. Un gol de altura para el fin de fiesta y que permite a esta selección joven, dinámica y en continuo crecimiento, seguir madurando hacia Catar 2022.