La mayor gesta del fútbol argentino

Un 7 de febrero de 2017 sucedió un hecho anecdótico que sin lugar a dudas permanecerá en el recuerdo de miles de aficionados del fútbol. Se trata del partido que enfrentaba a El Nacional (Ecuador) y Atlético Tucumán (Argentina) por un partido de la Copa Libertadores.

Retraso en el vuelo

Atlético Tucumán debía jugar la revancha en la altura de Quito, tras igualar 2-2 como locales una semana atrás. La plantilla concentró en Guayaquil y se dispuso a coger un vuelo chárter hacia el Estadio Atahualpa para jugar el partido programado para las 21:15. Pero el avión se retrasó 3 horas.

El Nacional estaba en su derecho de pedir los puntos, pero eligió que todo se definiese en el terreno de juego. El embajador argentino en Ecuador, Luis Juez, se vistió de héroe y consiguió otro vuelo para que la gran mayoría del equipo pudiera volar.

Un autobús a 130 km/h por la autopista

Tras aterrizar en la capital de Ecuador, el autobús que los llevó al estadio iba a 130 km/h. Pese a todos los esfuerzos por llegar a tiempo, cuando llegaron no había absolutamente nada de vestimenta. Pero se dió la casualidad de que la selección Sub-20 de Argentina estaba jugando el torneo clasificatorio para el Sudamericano en Ecuador y se hospedaban en un hotel que quedaba relativamente cercano al estadio.

Se presentaron sin ningún tipo de vestimenta

Les prestaron camisetas, pantalones, medias y hasta las zapatillas. Se cambiaron y jugaron sin siquiera haber realizado el calentamiento. El delantero Fernando Zampedri, que le había sacado la plantilla a las botas que le consiguieron porque le quedaban muy apretadas, jugó con la 9 de Lautaro Martínez. Y metió el gol del triunfo. Atlético Tucumán ganó 1-0 y esta historia que empezó siendo una odisea, finalizó como una de las mayores gestas del fútbol sudamericano.

Los jugadores que están celebrando con la celeste y blanca no son jugadores que representan a la Selección Argentina en un Mundial o una Copa América. Son futbolistas de un equipo de Tucumán que cumplían el sueño de jugar un torneo continental por primera vez en su historia.