Dinero, inversores y conflictos de intereses: Así funciona la multipropiedad en el fútbol

El City Football Group lidera una lista de grupos inversores que se han convertido en costumbre para el mundo del deporte

Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG

Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG / EP

Sebastián Vargas Rozo

Cierta y repetida es la frase de “el fútbol ya no es lo que era”. Mercados, formatos, torneos… todo ha mutado en función de lo que dicten los réditos económicos. Igual que las estructuras de los clubes, avocadas ahora a los modelos de multipropiedad. En definición, son compañías -solitarias o en holdings- que tienen voz, voto y acciones en varios clubes a la vez. En la práctica resulta más enrevesado: negociaciones entre equipos del mismo dueño, conglomerados empresariales que prefieren pequeños porcentajes en varios sitios, redes interminables de inversores entrelazados bajo la figura de los clubes. y un conflicto de intereses que ha alertado a la misma UEFA.

El City Football Group. con una gran inversión desde el Abu Dhabi United Group, es el principal ejemplo de ello. Sus dos pilares más reconocidos, Manchester City y Girona, se llevan la mayoría de focos en la élite futbolísticaEl contrastado éxito de los ingleses y la naciente revelación catalana da resultados inmediatos. Detrás, sin embargo, hay mucho más. Desde compras completas, como el Melbourne City o el Montevideo City Torque, hasta porcentajes en otras instituciones como el Yokohama Marinos o el Esporte Clube de Bahia. Se añaden, también, el Troyes de Francia, el Lommel SK de Bélgica, el New York City de Estados Unidos, el Palermo italiano, el Mumbai City de India y el Sichuan Jiuniu de China.

Lo hizo también Red Bull, poniendo su nombre para equipos de alta competencia en Europa y América. El RB Leipzig es el más famoso a nivel mundial, con una pequeña trampa, eso sí. El nombre es RasenBallsport Leipzig -en español, ‘deporte de pelota de césped’-,ante la prohibición a usar nombres de compañías en el fútbol germano. Las siglas son las mismas que las corporativas. No tuvieron aquel problema en Estados Unidos, con el New York Red Bulls, ni en Austria, representando al Red Bull Salzburgo. Su cuarto club se encuentra en Brasil, el Red Bull Bragantino de la Serie A.

Dani Olmo, centrocampista español del RB Leipzig.

Dani Olmo, centrocampista español del RB Leipzig. / EFE

LALIGA NO ESTÁ EXENTA

En España también hay casos de renombre. El Atlético de Madrid, dividido en distintos porcentajes accionarios, tiene dentro las inyecciones económicas de Quantum Pacific Group -también propietario del Famalicao- y de Ares Management, gestora de inversiones que, a su vez, apostó financieramente por el Inter de Miami y tuvo movimientos para sumarse al capital del Real Zaragoza. Los maños, de LaLiga Hypermotion, tienen un porcentaje tomado por Amber Capital, dueños del Lens francés y el Millonarios colombiano, y su presidente es Jorge Mas, también gerente del equipo de Florida cuya estrella es Lionel Messi. Un entramado de varias, muchas, ramas de equipos en todo el globo.

777 Partners, empresa de inversión privada estadounidense, adquirió acciones del Sevilla FC en 2018. “Operamos bajo una filosofía disciplinada, basada en datos y acelerada por la tecnología para convertirse en una de las marcas de medios y entretenimiento más interesantes del mundo", reza el conglomerado en su web. Everton de Inglaterra, Genoa de Italia, Standard de Lieja de Bélgica, Red Star FC de Francia, Vasco da Gama de Brasil y Melbourne Victory, en Australia, también hacen parte de su portafolio. Caso similar al del Alcorcón, perteneciente a Globalon Football Holdings junto al Augsburgo germano o el Brondby danés.

En Francia y Bélgica no fue tan bien recibida su participación, por el reclamo de perder de las manos los equipos del pueblo. Igual de polémica suscitó la entrada de Qatar Sports Investments al París Saint-Germain en 2011. Aunque en primera instancia el objetivo era solamente participar en las acciones del club galo, recientemente también anunciaron su inversión de 21,7% en el Sporting de Braga portugués. A su vez están detrás del Málaga, que tiene actualmente la inyección de Redbird Capital Partners, firma estadounidense de gestión, junto a clubes como el Milan o el Toulouse. 

También se han tomado Inglaterra. El caso del Chelsea con Todd Boehly y BlueCo es uno de los más recientes. El empresario norteamericano nunca escondió su deseo de mandar en más de un equipo de fútbol. "Red Bull hace un trabajo realmente bueno. Tienen al Leipzig y al Salzburgo, los cuales juegan en Champions. Es el desafío que tenemos en el Chelsea". De momento, han adquirido el Racing de Estrasburgo donde ya foguean a Ángelo, una de sus figuras.

NO HAY SOLUCIÓN A LA VISTA

El creciente modelo que han adoptado muchísimos equipos en la alta competencia trae, también, mucha polémica. Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, lo relató hace unas semanas en 'The Telegraph': "Un club grande inglés puede perder 3-0 contra un equipo pequeño portugués y se puede achacar a que han tenido un mal día, pero imagina que pasa eso mismo si los dos tienen al mismo dueño. Dirán que la competición está amañada", sentenció, explicando el posible conflicto de intereses al que se enfrentarán más pronto que tarde en Europa. "Este es el gran problema y no tengo una solución", puntualizó resignado, dejando ver que ni los estamentos oficiales tienen respuestas para una problemática cada vez más ampliada en el fútbol moderno.

Ceferin dejará la presidencia de la UEFA en 2027

Ceferin dejará la presidencia de la UEFA en 2027 / EFE