El filial volvió a caer derrotado, en esta ocasión en Palamós, y se empieza a desangrar. El Llagostera, rival directo que delimitaba la salvaciónLlagostera, se impuso al conjunto de un José Carlos Granero cuyo cargo puede correr peligro dado lo delicado de la situación en la tabla y a la espera de que hoy jueguen el resto de implicados en la lucha por eludir el descenso.

Moragón, guardameta local, en la primera mitad tuvo que hacer dos intervenciones de mérito, una ante Manzanara y sobre todo otra ante Boris, en las que evitó que el filial azulgrana se adelantase en el marcador.

Eso fue en el primer acto y en el segundo todo cambió con un zapatazo de medio campo que sorprendió a Sotres obra de Vivancos y que descentró por completo a un equipo herido al que cada golpe encajado le duele en demasía.

Desde ese momento, con desventaja en el marcador, los granotas no supieron hacerle daño a un rival experimentado pese a su también delicada situación en la tabla que se centró en defenderse con orden a la espera de encontrar su oportunidad para sentenciar. tardó en llegar pero llegó cuando el partido ya agonizaba