Orgullo granota en el Wanda (0-1)

El Levante UD se niega a tirar la toalla en su batalla por la permanencia y consigue un triunfo esperanzador ante el vigente campeón

Melero marcó el gol del triunfo.

Melero marcó el gol del triunfo. / EFE

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Wanda Metropolitano, territorio donde el Levante fue el único equipo en poner la bandera de la victoria la temporada pasada, se convirtió en el escenario en el que el conjunto granota rompió con los parámetros prestablecidos, los prejuicios y los pronósticos previos con un triunfo (1-0) que pasará a la historia. Sin entrar en los planes de ningún mortal, pero tan necesario como esperanzador. Melero, en los primeros compases de la segunda mitad, marcó la diana con la que el Levante se hizo fuerte en su discurso de salvarse. Sin desistir ni tirar la toalla. El cambio de chip al que hizo alusión Felipe Miñambres en su presentación. Tres puntos que, desde la incertidumbre de si servirán para que el equipo dé un paso al frente, suponen un punto de inflexión en toda regla.

El encuentro, sin embargo, tardó veinte minutos en entrar en fase de ebullición. Los de Alessio decidieron prescindir de los riesgos y actuar con cabeza. Moviendo el esférico con criterio y trazando diagonales en busca de sus hombres más adelantados, mientras que los del Cholo esperaron al error de su rival para contrarrestar por la izquierda, donde habitaron un Reinildo veloz y un Thomas Lemar inspirado. No obstante, el Levante fue el encargado de pulsar las vibraciones del rival a través de Roger sobre el ecuador de la primera parte. El ‘9’ cabeceó un centro bombeado de Pepelu para probar el estado de los guantes de Oblak. Una acción que aupó las revoluciones en el Atlético de Madrid, quien de manera intermitente y sin precisión, se acercó a Dani Cárdenas con más fe que criterio. No obstante, cerca estuvo de aproximarse con peligrosidad cuando Marcos Llorente, recibiendo un pase milimétrico y entrelíneas de Rodrigo De Paul, proyectó un centro a Ángel Correa que el argentino no solo no impactó, sino que pasó entre el nubarrón de piernas que puso Alessio Lisci en defensa para hacer frente al vigente campeón liguero. Pese a ello, los granotas dispusieron de la más clara del primer asalto, cuando un despeje procedente de la zaga levantinista, no fue repelido por José María Giménez y dejó a Jorge De Frutos con el camino hacia la portería rival totalmente allanado. No en vano, la definición del ‘18’ impactó en el pie derecho del guardameta eslovaco.

Los últimos diez minutos del primer tiempo adquiriendo un color rojiblanco que predominó en los primeros compases de la segunda, aunque el Levante no renunció a mirarle a los ojos a su adversario. Tal fue su firmeza que fue capaz de silenciar un Wanda Metropolitano que también trasladó nerviosismo en varios tramos del choque ante la irregularidad que muestra su cuadro. A los nueve minutos de la reanudación, De Frutos recogió un envío desde la banda, avanzó hasta la media luna del área y se la cedió a un Melero que puso el primero en el marcador con un disparo seco y al primer palo. Una diana con la que, tanto los que confían en la proeza de la permanencia como los que no, se pellizcaron en más de una ocasión debido a la gran cantidad de golpes de carácter moral que han recibido desde que inició la temporada. Sin embargo, el Levante estuvo a centímetros de desestabilizarse, cuando cuatro minutos más tarde, Munuera Montero señaló el punto fatídico después de que un lanzamiento de Kondogbia impactase en la mano de Duarte. No en vano, durante el transcurso de la jugada, Marcos Llorente recibió un pase filtrado de Correa en posición antirreglamentaria.

Desde entonces, el Levante decidió coger el botín y conservarlo como oro en paño, mientras el Atlético puso la carne en el asador introduciendo en el terreno de juego a Luis Suárez y a Joao Félix. Pese a ello, De Frutos, el más destacado de la contienda, aún tuvo la ocasión de engordar el marcador después de que Malsa leyese a la perfección la incursión en el área del extremo, pero Oblak estuvo más acertado que en la diana del ‘22’. No obstante, los de Alessio Lisci se vieron encorsetados ante el empuje de un cuadro del Cholo que no probó a Dani Cárdenas más allá de sus intenciones. Sin embargo, el corazón de los levantinistas recibió un sobresalto en el descuento. Correa, con un recurso acrobático, remató al fondo de las mallas un envío desde la banda de Vrsaljko, pero en el decurso de la acción, Giménez cometió falta sobre Cáceres para beneficio y fortuna de un Levante que da un golpe de fe. Tres días después del varapalo ante el Betis, el cuadro granota le mete picante a su tesitura y una inyección de esperanza hacia una permanencia de difícil alcance, pero por la que, según lo visto en el antiguo Vicente Calderón, peleará hasta el último suspiro.