La llegada de De Frutos a la élite desde la España vaciada: "Sabía hacer lo que había aprendido en el frontón de mi pueblo"

El extremo del Levante contó en Movistar + cómo fue su infancia en Navares de Enmedio y su camino para convertirse en futbolista de Primera División

El segoviano ante el Betis.

El segoviano ante el Betis. / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Jorge De Frutos fue protagonista en Movistar Plus para hablar sobre su infancia, cómo fue su vida en Navares de Enmedio, un pueblo de Segovia con 85 personas censadas, y cómo llegó a la élite desde la denominada España vaciada.

El extremo del Levante, o el hijo de Faustino, agricultor y ganadero, y María Jesús, que regenta un bar, como le llamarían en su pueblo, creció ayudando a sus padres en el bar en la nave de cerdos que tienen. “Ayudaba a mi madre en el bar preparando un ‘aperitivillo’, con algo de panceta y de chorizo, e iba a la nave a darle de comer a los cerdos y a limpiar sus excrementos. A lo que me pedían iba un poco a regañadientes pero lo hacía”, dijo el ‘18’ en Movistar.

Al hilo de sus inicios futbolísticos, De Frutos creció dándole patadas a un balón en el frontón de su pueblo. “Éramos pocos niños los que jugábamos al fútbol. Teníamos dos piedras como palos y más adelante pusieron porterías. No había equipos federados. Lo más cercano para jugar era Sepúlveda, en cadetes. No había niños para empezar a jugar antes”, comentó.

Sin embargo, probó suerte en el Rayo Majadahonda con 18 años, donde le costó adaptarse al ser un fútbol que no experimentó con anterioridad. “Yo corría y sabía hacer lo que había aprendido en el frontón de mi pueblo. Los conceptos básicos del fútbol base no los había aprendido. Me costó adaptarme pero lo conseguí”.

Desde entonces, un ascenso a LaLiga Smartbank le llevó a la cantera del Madrid. “Cuando entré allí parecía que la Ciudad Deportiva del Madrid era más grande que mi pueblo”. Y a partir de ahí, a debutar en la élite del fútbol español de la mano del Valladolid, pasar por el Rayo Vallecano y recalar en el Levante, donde es un ídolo y un futbolista más que reconocido.