La compleja calculadora del Levante tras el Derbi

Más allá de la dificultad, las opciones de permanencia pasan por llegar con vida a las últimas jornadas

Un lance del juego en el Derbi

Un lance del juego en el Derbi / Kai Forsterling

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El empate en Mestalla, más allá de la positiva imagen mostrada, no saca de pobres a un Levante que, con veintiséis unidades en la clasificación, tiene que salir en los cuatro partidos que restan con el cuchillo entre los dientes y sin visualizar otras opciones que no sean las de ganar lo que queda. 

La semana, en clave levantinista, se conjuró como el definitivo punto de inflexión. El golpe encima de la mesa necesario para coger impulso y asomar la cabeza hacia la cima de la permanencia. No en vano, la igualada supuso un gatillazo en toda regla que altera las cuentas de la salvación.

Por enésima vez en lo que llevamos de temporada, la calculadora levantinista vuelve a hacer números, aunque con la soga apretando más que nunca. Quedan cuatro partidos, y todo lo que no sea hacer prácticamente un pleno de puntuación, supondrá la bajada a los infiernos de Segunda.

La Real Sociedad será la nueva piedra en el camino levantinista. Una prueba exigente ante, como viene siendo habitual en los últimos enfrentamientos, un rival de la parte noble de la clasificación.

Tres puntos darían a los de Alessio Lisci una reválida más, antes de visitar un Santiago Bernabéu que, por fortuna para los grandes, abrirá sus puertas como campeón de LaLiga Santander. Más allá de la dificultad, las opciones de permanencia pasan por llegar con vida a las últimas jornadas, ya que serán ante un Alavés que ocupa la penúltima posición y un Rayo con el objetivo en el bolsillo. Todo o nada en Orriols.