La mejor forma de iniciar una etapa

El primer partido de Javi Calleja dejó sensaciones más que positivas. El equipo mostró su mejor versión del curso y se sintió cómodo sobre el césped

Futbolistas como Bouldini, Jorge De Frutos o Joni Montiel brillaron con luz propia en el Can Misses.

Futbolistas como Bouldini, Jorge De Frutos o Joni Montiel brillaron con luz propia en el Can Misses. / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El inicio de la ‘era Calleja’ no tuvo mejor manera de arrancar. Después de semanas de incertidumbre y de sensaciones agridulces, mientras los resultados no casaron con la calidad que atesoró el equipo, el Levante volvió a despertar un entusiasmo que quedó en el olvido desde que empezó el curso. El entrenador madrileño le quitó a su equipo los miedos y le dotó de armas para hacer daño al rival. Pese a los primeros compases del encuentro en Can Misses, donde la plantilla mostró nerviosismo, intranquilidad y precipitación, los pupilos dirigidos por Javi Calleja tuvieron la capacidad para no caer en inferioridad moral y sí creer en sus posibilidades de ganar el duelo. Además, con remontada incluida. La primera de la temporada y la que sirve para marcar un antes y un después en el año del ascenso. Objetivo trascendental para el club levantinista.

El encuentro en Ibiza tuvo múltiples interpretaciones, y salvo los primeros compases del partido, donde recibieron el gol en contra, todas fueron positivas. En términos generales, el Levante no solo creyó en sus posibilidades, sino que actuó conjunto. Sacrificado, solidario y entregado. Tanto con el viento en contra como con el rumbo a favor. La expulsión de Pablo Martínez fue la clara muestra de ello. En vez de trasladar desorden, el equipo jugó de manera armónica y sin apenas dejar fugas al adversario. Haciéndose fuerte en defensa y mostrando un potencial ofensivo que, por su propio peso, terminó venciendo en Can Misses

Dentro del plano individual, ningún futbolista desentonó. No obstante, hubieron jugadores que brillaron en territorio ibicenco. La entrada de Iborra le dio equilibrio y orden al equipo, y mediante su liderazgo y poso sobre el terreno de juego, sus compañeros se levantaron para ir a por la remontada. Bouldini, caracterizado por ser un ‘caza goles’, marcó por segunda vez consecutiva y se asienta en la titularidad, a través de su mejor virtud: aparecer en el momento oportuno para perforar la portería contraria. Joni Montiel sumó otra exhibición en tres cuartos de campo, coronada con las dos asistencias. Y Jorge De Frutos, medio año después de lesionarse el ligamento lisfranc del pie derecho, volvió a mostrar su versión más diferencial. Aquella sobre la que el Levante se agarró para lograr la permanencia la temporada pasada. Su gol, con similitudes a los que se ven en el fútbol sala, coronó otro partido a tener en cuenta del ‘18’. Pese a ser la primera toma de contacto, en el nuevo Levante de Javi Calleja se vieron brotes verdes a los que agarrarse. La esperanza en ascender vuelve a Orriols y el Sporting de Gijón será una nueva prueba para determinar si el camino es el correcto.