El empate granota tiene su punto (0-0)

El equipo, pese a la irregular imagen mostrada en Los Cármenes ante un rival directo por el ascenso, mira el lado bueno: ya son cinco partidos sin perder

Postigo durante una acción del partido en Los Cármenes frente al Granada

Postigo durante una acción del partido en Los Cármenes frente al Granada / Levante UD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La racha de victorias conseguidas de manera consecutiva se quedó en cuatro. La marca, a día de hoy, la atesora el Levante, que pese a cortar su dinámica en Los Cármenes, sigue sumando y acercándose, de manera progresiva, al objetivo del ascenso a Primera División. El Granada, que se desarrolló en campo rival durante gran parte del encuentro, dominó a un conjunto de Calleja que, pese a ir de menos a más, no le dio para tumbar a un Levante que, pese a la imagen agridulce, decidió ver el vaso medio lleno.

Ya son cinco encuentros sin perder, y aunque el equipo no compita a la altura de la exigencia del reto de subir a la élite del fútbol español, suma. Esta vez, ante un rival directo. Sin embargo, todo lo que no sea corregir, supondrá un paso atrás aunque la plantilla se quiera quedar con lo bueno del punto.

Pese a ello, el regreso del Levante a Los Cármenes no comenzó ni como se deseó ni de la manera en la que se predijo. El Granada, cómodo en su territorio, se adueñó del discurso de Javi Calleja para arrinconar a un conjunto granota que vio cómo los pupilos dirigidos por Aitor Karanka tuvieron el dominio de la contienda.

Ni una muestra de peligrosidad, más allá de que la picardía de Bouldini, a los diez minutos del inicio, para tomarle el pelo al colegiado tirándose dentro del área sin superar el filtro. Se deshizo de Miguel Rubio, pero no contempló prolongar la jugada ante su erróneo control. Los andaluces, de hecho, avisaron casi sin advertir. Rondando los primeros 60 segundos, Melendo, a un despeje de Vezo, replicó con un disparo desde fuera del área que atrapó Dani Cárdenas. Aunque las intenciones iniciales fueron de martillear al Levante, el Granada pisó demasiada área rival, pero sin la precisión que requiere batir la meta adversaria. Melendo, Uzuni y José Callejón conectaron, pero sin encontrar fugas en una retaguardia granota que, ante la falta de ideas, se limitó a aguantar el asedio procedente de Sierra Nevada.

Una imagen de Campaña durante el empate en Granada

Una imagen de Campaña durante el empate en Granada / LEVANTE UD

El descanso, es más, fue un alivio para el Levante. Postigo, en la última acción de la primera parte, reclamó un penalti por mano de Miguel Rubio, pero la posición del central entró en los márgenes de la naturalidad. Sin embargo, la petición del capitán entró dentro de la frustración, pese a que supo, de primera mano, que el intervalo fue lo mejor para una plantilla que, de la mano de Javi Calleja, se estira más en las segundas partes.

De hecho, así lo quiso demostrar el entrenador madrileño, capaz de reaccionar cuando los planteamientos no surten efecto, introduciendo a Soldado y a Son. Un '2' que, a través de sus botas, protagonizó la primera de los suyos con un disparo cruzado que obligó al exmeta levantinista Raúl Fernández a estirarse.

De Frutos, poco minutos después, avisó al rival, a la vez que Soldado envió un centro fuerte y raso que nadie remató por centímetros y Roger Brugué fue de menos a más. A la vez que creció el '17', el Levante, una vez alcanzado el ecuador de la segunda mitad, igualó fuerzas ante un Granada que, hasta ese momento, solo apareció en ataque a través de un tímido remate de Antonio Puertas desde el punto de penalti.

No obstante, el último tramo de encuentro comenzó a evidenciar la realidad de un partido que gozó de un cartel de prestigio en la categoría, pero que no correspondió con lo que se vio sobre el terreno de juego. Pese a ello, tanto uno como otro arriesgaron en los últimos compases, aunque el Granada, empujado por el aliento de su grada, apretó más los dientes ante un Levante que intentó tumbar a su contrincante al contragolpe.

Sin embargo, ninguno de los futbolistas más próximos a la portería de Raúl Fernández encontraron soluciones. Jorge Molina, a diez del final, fue el futbolista nazarí que más cerca se quedó de superar a Dani Cárdenas tras un centro preciso desde la derecha de un Zaragoza que la tuvo al final, pero su remate de cabeza se marchó por fuera. Para fortuna de un cuadro de Calleja que, a pesar de cortar su racha de victorias consecutivas, valora el punto de manera positiva.