Próxima parada: Vitoria (2-0)

El obstáculo que tendrá que superar el Levante para ascender a Primera División será el Alavés. El cuadro dirigido por Luis García Plaza se impuso en las semifinales de los playoffs al Eibar después de darle validez al empate de la ida con un triunfo en Mendizorroza. Al conjunto babazorro le valió con adelantarse en los primeros segundos del enfrentamiento y gestionó los tiempos para acceder a la final tras un 2-1 en el global de la eliminatoria, que le dará la posibilidad de luchar por el puesto que queda por ocupar en Primera División.

El Alavés puso la directa a la siguiente ronda en un abrir y cerrar de ojos. No transcurriendo ni 60 segundos para ver a los locales por delante en el marcador. Luis Rioja, caracoleando en la esquina izquierda del área armera, puso un centro a la cabeza de un Rebacch que hizo bueno el envío de su compañero poniendo el balón en el fondo de la red. El estadio de Mendizorroza, con muchos de sus espectadores ocupando sus asientos y accediendo a sus gradas que no esperaron un gol tan tempranero, enloqueció con una diana que allanó el camino de la victoria, pero todavía había tela que cortar en un derbi vasco que, tanto en la ida como en la vuelta, fue vibrante.

Al Eibar le dolió el golpe, pero no se iba a arrugar a la hora de buscar un gol que no le servía para ir a la final de la promoción de ascenso. Haber quedado en quinta posición le obligaba a batallar por la victoria. Por ello, buscaron con insistencia la portería de Antonio Sivera. Sobre todo, después de la lesión de Salva Sevilla en la primera mitad, que dejó la sala de maquinas del equipo de Luis García sin su futbolista más creativo en el medio.

Un fuerte disparo a bote pronto de Rahmani a poco del descanso, parado por el portero babazorro, fue una declaración de intenciones por parte del Eibar. Durante el segundo asalto, el combinado de Gaizka Garitano dio un paso adelante y coqueteó con el empate en más de una ocasión. Stoichkov, un cuarto de hora después de la reanudación, exigió a Sivera con una magnífica estirada, al igual que Corpas, superado el ecuador del segundo tiempo, mandó un disparo desviado. Rebacch, como al principio del partido, tuvo la oportunidad de sentenciar, al quedarse solo ante Luca Zidane y mandar el balón a las nubes. No obstante, el encargado de sentenciar fue Villalibre. Recogió un esférico entre centrales y se la cruzó guardameta al francés. Un gol que generó alivio en la parroquia babazorra y certificó la sentencia al partido y a la eliminatoria. El Eibar, tras perder en las semifinales de la promoción por segundo año seguido, tendrá que esperar un curso más. El Levante, por su parte, no quiere posponer el ascenso. A por el Alavés.