Entrevista | María Méndez Futbolista del Levante UD

«Queremos unos mínimos que nos permitan dedicarnos solo a jugar»

La defensa granota, que formó parte de la lista de la Selección que luchó por los derechos del fútbol femenino español en Oliva, mira al futuro con ilusión después de conseguir unas mejoras que irán a más. «Mereció la pena quedarse reunidas hasta las seis de la mañana»

María Méndez, durante la última concentración con España.

María Méndez, durante la última concentración con España. / RFEF

Rafa Esteve

Rafa Esteve

María Méndez, a sus 22 años, aspira a ser la central del futuro dentro del panorama nacional. Es, de hecho, el objetivo de una futbolista que trabaja día a día para alcanzar su mejor versión. Orgullosa de su Levante, y asumiendo más responsabilidades, la defensa nunca olvidará el episodio que marcó un antes y un después en la historia del fútbol femenino español, ya que vivió, en primera persona, la polémica lista con la que se estrenó Montse Tomé en la Selección y las reuniones en Oliva con Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes, para exigir unas condiciones dignas. La lucha sigue en pie, mientras Méndez tiene claro que «no somos unas caprichosas, queremos unos mínimos». No en vano, ve cambios que le motivan a dar lo mejor en el campo, con los Juegos Olímpicos como su próximo desafío.

¿Cómo está?

Estoy contenta en líneas generales. Esta temporada la afronto con mucha ilusión. Nos ha venido unas primeras jornadas difíciles por la eliminación en Champions, pero estoy muy feliz porque el equipo ha estado a la altura. Hemos ganado al Sevilla, que era un rival difícil, y más coincidiendo con la semana de la eliminación, se han sacado dos empates contra equipos que van a estar arriba y hemos vencido en el campo del Betis. En definitiva, estoy contenta. En lo deportivo, estoy dando pasos hacia adelante y asumiendo más responsabilidades, pero me falta mucho aún. Soy joven y me queda bastante por aprender, aunque eso es lo que realmente me motiva: estar cada año más cerca de las mejores, de seguir cumpliendo objetivos personales y de seguir yendo a más.

¿Cómo gestionó el equipo la eliminación en Champions?

Fue aterrizar de Holanda y saber que a los pocos días teníamos una nueva guerra, que la Champions se había acabado. Llegamos un miércoles y el sábado competíamos. Teníamos dos caminos: lamentarnos o levantarnos. En ese sentido, el equipo maduró muy rápido y lo hicimos por nosotras. Tras perder el objetivo de toda una temporada, ¿por qué no motivarnos con otros desafíos? Estamos muy orgullosas de cómo cambiamos el chip.

¿El Levante tiene menos puntos de los que merece?

Probablemente sí. Contra el Atlético de Madrid fue un partido igualado, pero tuvimos muchísimas ocasiones. Ante la Real Sociedad igual. Sin embargo, lo bueno de este Levante es que está vivo los noventa minutos y eso para el rival es difícil de gestionar. Queremos que tengan la sensación de que en cualquier momento se les puede escapar el partido.

Méndez, en pretemporada con el Levante.

Méndez, en pretemporada con el Levante. / LUD

¿El objetivo vuelve a ser entrar en Champions?

Todas vamos a una, y en este caso, el míster es el que siempre nos dice que vayamos poco a poco. El objetivo es competir cada partido y estar cerca de los grandes de la competición. El año pasado se vio y esta temporada vamos en la misma línea.

Parece que está todo más calmado, pero usted viene de una concentración con la Selección que empezó de manera muy turbulenta.

Fue una concentración bastante dura, pero, más allá de todo lo que se mejoró, que fue bastante, me quedo con que Montse Tomé llamó a 23 que, convocables o no convocables, había elegido como las mejores en ese instante. Estar en esa lista me llenó de alegría, se me reconoció que estaba haciendo las cosas bien. Tengo que continuar en ese nivel.

¿Como la recuerda?

Fueron momentos duros. De presión, de tensión y de no hablar de fútbol. Ahora lo analizas en frío y fue una concentración muy dura, pero en la que se sacaron aspectos muy positivos que se llevaban luchando durante mucho tiempo. Era el objetivo principal. Encima, con pocas horas de sueño, con muchas charlas, mucha presión y mucha tensión, sacamos dos partidos muy importantes para poder estar en los Juegos Olímpicos.

Méndez, durante un entrenamiento en Oliva.

Méndez, durante un entrenamiento en Oliva. / JM LÓPEZ

¿Cuál fue su reacción ante los acontecimientos que se dieron tras la lista?

Cuando me veo en la lista es un orgullo después de no haber ido al Mundial. Estaba feliz porque, en lo deportivo, estaba en una convocatoria para una Nations League que servía para poder clasificarse para los Juegos Olímpicos. Al final tienes que estar contenta, pero, según avanzaron las horas, se sabía lo que venía por delante. Tuve una sensación rara, de incertidumbre, pero estoy contenta por haberlo vivido, por haber ganado los dos partidos que teníamos y, sobre todo, por las mejoras que sacamos.

¿Sintió incertidumbre?

Fueron momentos de no saber qué iba a pasar. Lo bueno es que íbamos todas a una, que eso fue lo más importante, y que no había división de opiniones. Todas llegamos a un consenso. Gracias a eso, tuvimos la fuerza necesaria para conseguir las mejoras que hemos conseguido.

Fue de las primeras en llegar a Oliva. ¿Qué panorama se encontró?

Fue todo muy duro, el ambiente fue frío y hubieron situaciones de tensión. Me adapté al contexto, pero pasó el tiempo muy rápido. Todo fueron reuniones. Sin parar. Como jugábamos tan pronto, todo se tuvo que solucionar antes de viajar a Suecia. Por suerte nos centramos en competir, que era lo que hacía falta, y la concentración terminó muy bien. Sacamos dos victorias muy importantes y se lograron cosas muy positivas de cara al futuro.

María Méndez, llegando a Oliva.

María Méndez, llegando a Oliva. / JM LÓPEZ

¿Cómo fue la reunión con Víctor Francos?

Fue una reunión muy cordial. Víctor se sentó con la plantilla y habló muy claro. Nosotras también le expusimos lo que pedíamos y a lo que queríamos llegar. Buscábamos un consenso después de una situación que no podía ir a peor. Tras tocar muchos temas, nos dieron el compromiso de que iban a cambiar cosas y, poco a poco, están sucediendo. Mereció la pena quedarse hasta las seis de la mañana para que lo que se habló en la reunión se esté consiguiendo poco a poco.

¿Cuáles fueron sus demandas? Porque, más que caprichos, lo que exigieron fueron unas condiciones dignas para unas deportistas de élite.

Nosotras no queremos compararnos con los chicos. Lo primero que demandamos fueron cambios estructurales debido a lo que había pasado Jenni Hermoso. Muchos de ellos fueron por eso, pero otros llevaban funcionando mal en la Federación durante mucho tiempo. Parece mentira, pero algunos nos tratan como caprichosas o como las niñas que quieren cambiarlo todo, que quieren mandar sobre todo el mundo. Eso no es así. Queremos mejorar esto, y si se ha logrado ser campeonas del mundo, hay que seguir evolucionando. Cada uno, en su parcela, tiene que dar mucho más. Demandábamos cambios, un poco más de cada uno, para que el fútbol femenino español, después de haber conseguido un Mundial, no se estanque. No somos niñas caprichosas que quieren cambiarlo todo. Queremos unos mínimos y unas condiciones que nos permitan dedicarnos solo a jugar. Cuando todo haya cambiado y vaya a mejor, solo pensaremos en jugar. No queremos meternos en temas extradeportivos ni mandar sobre nadie. Queremos competir. Hasta ahora, habían muchas cosas que no estaban en nuestras manos. No nos podíamos meter. Pero llega un momento en el que se llevaban pidiendo tanto tiempo, y siempre estaban igual, que era una ahora o nunca.

¿Sabría decir cuánto tiempo?

Al final yo soy joven y me pilla en la cresta de la ola, pero las capitanas, y gente que aparece en el comunicado que ya está retirada, llevan mucho tiempo peleando por esto, así que imagínate… Da pena que tengas que ser campeona del mundo para que nos plantemos y la gente nos escuche.

¿La lucha ha finalizado? ¿O sigue en pie?

Las futbolistas llevan mucho tiempo luchando y se nos escuchaba bastante poco, pero una de las cosas más positivas es que en esta concentración hemos visto, de verdad, que se empiezan a hacer cambios. Antes nos decían que se harían y nunca veías el cambio. Ahora la Federación es un poco un caos por todo lo que ha pasado. Se tiene que reestructurar. Pero se está moviendo. Es lo que nos ilusiona y lo que nos motiva. Por fin se nos ha escuchado y coincidimos en que tienen que haber cambios para ir hacia arriba.

Pese a todo, ganaron a Suecia y a Suiza.

No sé si fue por frustración o por motivación, pero nosotras queríamos jugar. Para eso estamos. Supimos separar lo profesional con todo lo que había ocurrido. Éramos conscientes de que había que pelear por unos Juegos Olímpicos que están a la vuelta de la esquina. No queríamos quedarnos eliminadas, pero creíamos que había que tratar esas cosas porque no tenían que pasar de ahí. Hemos hablado fuera, pero también en el campo con seis puntos contra dos rivales de mucho nivel.

Y, como guinda, El Arcangel se llenó para ver a España.

La afición está muy volcada con nosotras. Nos dan un aliento increíble. Queremos seguir llenando estadios, que la gente se empape de nuestra Selección y de disfrute de nosotras. Después de todo lo que hemos vivido, ver el apoyo de todo un país nos llena de orgullo.

Méndez posa junto a Athenea tras ganarle a Suiza.

Méndez posa junto a Athenea tras ganarle a Suiza. / RFEF

Y, desde fuera de España, ¿se sintieron apoyadas?

Sí. Lo hemos notado mucho. Eran las propias selecciones las que nos querían estar con nosotras y nos ofrecían propuestas de apoyo. Es de agradecer, no todo el mundo se meten en asuntos que no les afectan. En ese sentido nos hemos sentido respaldadas. No estamos solas en esta lucha. El fútbol femenino está creciendo y todas vamos a una. Así tendremos mucha más fuerza.

¿Qué legado deja el Mundial y sus reivindicaciones?

Las más jóvenes lo agradeceremos. Todo el mundo se está dando cuenta de que necesitábamos cambios. Es un poco triste que haya que ganar un Mundial para que empiece a suceder todo esto, pero no hay que fijarse en eso ahora mismo. Parece que todo va a mejorar y es motivante de cara a las generaciones que vienen. Si empezamos a hacer las cosas bien... Tenemos unos Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina. Si en dos años somos capaces de ganar un Mundial y de hacer un buen papel en París, nos sobrarán motivos para sentir orgullo por el fútbol femenino español.

Porque, ¿usted ha tenido trabas para jugar a fútbol por ser mujer?

Seguramente no haya tenido tenido tantas trabas como, probablemente, la mayoría de mis compañeras de la Selección porque soy de las más jóvenes. Pero siempre estaba pendiente de si se quería aceptar que las chicas jugasen con los chicos. No era tan grave como sucedía antes, pero siempre habían comentarios en las gradas. Los niños aceptan, pero no eres igual. Tampoco me quejo como podrían quejarse, según me han contado, muchas de mis compañeras. A mí se me ha respetado mucho y, en ese sentido, estoy contenta. Más allá de algunos comentarios, tampoco he sufrido discriminación.

¿Qué futuro le ve al fútbol femenino?

Estamos yendo hacia arriba. Ya veníamos dando pasos hacia adelante, pero que se haya ganado un Mundial provoca que todo el mundo se involucre más. El fútbol femenino está creciendo mucho y, desde dentro, nosotras tenemos que darnos el valor que nos están dando. No obstante, hay que seguir exigiéndonos mucho. Así crecerá mucho más.

¿Y qué futuro le espera a María Méndez?

Me ha pillado en un momento muy bueno. Soy joven todavía, estoy dentro y estoy participando en muchas cosas de las que se están consiguiendo para, en un futuro, que el fútbol femenino sea mejor. Quiero seguir enganchada, seguir disfrutando y compitiendo. A nivel europeo quiero seguir jugando e ir a la Selección. Eso implica que tengo que dar mi cien por cien cada día para estar a la altura.

Tras no ir al Mundial, ¿sueña con estar en los Juegos Olímpicos?

Sin duda. Quien me conoce sabe que soy una persona muy ambiciosa. Quiero estar siempre en las máximas competiciones posibles y mejorar en todo lo que pueda. Escuchas Juegos Olímpicos y suena fuerte, pero también suena bien. Obviamente quiero estar. Tengo la espina de no haber ido al Mundial, de haberme quedado a las puertas. Es un reto motivante. Quiero pulir los detalles por los que no pude estar para poder estar en los Juegos Olímpicos.