«Al 2024 le pido que soñemos a lo grande»

La última parada del tren de 2023 lleva al Levante a La Romareda, aún asilimando todo lo que le ha sucedido a lo largo del año y cruzando los dedos para que el próximo esté lleno de felicidad. Tiene la sensación de que, después de cargar con el peso del desenlace más cruel en la historia del fútbol, merece una alegría que le permita volver al Olímpo del mundo del balompié. Más pronto que tarde, a poder ser, pero sin renunciar ni a la lucha ni al esfuerzo innegociable. Así lo siente Javi Calleja, quien después de salir despedazado del último segundo del curso anterior, presume de tener un aura diferente. Incluso, de sentirse liberado tras haberse visto en un pozo sin fondo. El Levante, por muchos grises que presente a su alrededor, no quiere hundirse más. La única escapatoria que le queda, por lo civil o por lo criminal, es mirar hacia arriba, partiendo desde una victoria contra el Real Zaragoza. 

«Al Levante le pido que nos mantengamos unidos, que soñemos a lo grande y peleemos por esos sueños. Seamos conscientes de cuál es nuestra realidad pero que no nos conformemos. Que consigamos un final de temporada que nos llene a todos de felicidad», fue la opinión de un técnico que, con siete puntos sumados de los últimos nueve, le pide al levantinismo que esté satisfecho por cómo ha salido su equipo de la mala dinámica, aunque la segunda mitad del partido contra el Huesca provocó múltiples dolores de cabeza entre los que hicieron acto de presencia en Orriols el pasado domingo. No obstante, el desafío, de cara a un 2024 donde el sueño de ascender a Primera División debe permanecer en el tiempo, es el de conseguir un equilibrio. Que el conjunto levantinista presente la misma versión tanto en las primeras partes como en las segundas si buscan coquetear, hasta el final, con subir a las nubes de la élite del fútbol español.

Alternativas en defensa

Antes de que el 2024 ofrezca la posibilidad de presentar propuestas por cumplir en el Ciutat de València, La Romareda cerrará la primera vuelta de la competición y determinará cuál es el rumbo que tiene que tomar un Levante que viaja a Zaragoza con el eje de la defensa en cuadro. Sin Sergio Postigo ni Rúben Vezo por lesión, y sin Dela por acumulación de sanciones, Álex Muñoz, exfutbolista del combinado maño, es el único central disponible para la cita, por lo que Calleja, con Carlos Jiménez y David Selles en la convocatoria, abre un abanico de alternativas en el que Ángel Algobia, cuya gran actuación ante el Huesca fue coronada con un gol, se postula como el acompañante del alicantino en la zaga, mientras Sergio Lozano es el único futbolista que vuelve a la lista después de cumplir ciclo de amarillas. 

Pese a que el Levante, independientemente del fondo, vaya con la fecha hacia arriba y le pise los talones a la promoción de ascenso, obtener puntos en La Romareda no será una tarea sencilla. El Zaragoza, que tan felices se las prometió a principio de temporada ante su gran racha de resultados, se encuentra sumergido en una dinámica negativa que se llevó por delante de Fran Escribá y en la que Julio Velázquez batalla para salir de ella. De la mano del nuevo entrenador, una derrota, dos empates y una victoria es el balance del que quieren escapar un equipo diseñado para subir a Primera División con jugadores como Aguado, Moya y Mesa. Sin embargo, los levantinistas buscan que su balance del 2023 tenga una última alegría que sirva para afrontar el 2024 con toda la ilusión del mundo. «El ascenso se nos escapó de la forma más dolorosa, pero también nos ha hecho más fuertes. Nos ha hecho volver a empezar, saber dónde estamos. Es un balance en el que, sin obtener la recompensa final, nos tiene que motivar para seguir luchando por estar en Primera», dijo Calleja.